Y no.
Definitivamente no estamos acostumbrados a que las cosas cambien a un ritmo que no sea el nuestro.
Planteamos una serie de problemas en nuestra cabeza y en el momento que esos explotan sin haber encontrado solución nos frustramos.
Nos enfadamos con nosotros mismos por haber sido tan ilusos de creer que nuestros pensamientos iban a cuadrar con la realidad...
Es esa la lucha interna que el subconsciente maneja.Y es que tampoco pedía mucho...
Alimento y presencia, sonrisa y razón.
En el desierto sentí el reloj de arena y me dijo "tú no estás aquí".
No lo entendí.
Pero tampoco quise hacerle demasiado caso...
Llevaba un vestido largo y un largo paseo, quería estar acompañada por mí misma.
Y así empecé el baile de pensamientos.
Inquietudes, al final, días, personas, paisajes. Todo junto resonaba en mi mente.