6. Rayos amarillos.

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— ¿Sabes? Debería pasar algo en este preciso momento que dé un giro a nuestras vidas, Maya.

— ¿Por qué lo dices?

— Han pasado dos semana desde el matrimonio de tu madre y no hemos hecho nada interesante. — digo alzándome de hombros, Maya suelta una carcajada.

— Vamos, Riles, no estarás pensando en hacer algo ¿verdad?— dice con una sonrisa, alargo mi sonrisa y Maya lo nota.— ¿verdad?— me mira con reproche.

— ¡Quiero algo ahora, papi!

— Sigo siendo yo.— dice alzando los brazos, sonrío.

— Tal vez haya pasado algo en la escuela.— digo ladeando la cabeza, Maya pone los ojos en blanco.

— Vamos, honey.

Tomo su mano y salimos por la ventana.

—¿Te has preguntado por qué siempre salimos por la ventana?— Suelto una carcajada. — Digo, hay una puerta por ahí.

Maya frunce el ceño y sonríe.

— ¡Es una paradoja!

Pone un brazo encima de mi hombro y caminamos al metro.

Al llegar al colegio vamos a clase de Historia, al entrar vemos a mi padre junto a una chica de nuestra edad de cabello negro azabache y corto, lleva un vestido azul suelto y una campera negra. Es muy bonita.

— Chicos, ella es Hayden Stempber, espero que la traten bien. Farkle, te encargarás de poner al día en las clases a Hayden, espero que puedan ser buenos amigos.— dice mi padre, Maya y yo cruzamos miradas y sonreímos.

—¡De esto estaba hablando! Nuevas caras, me agrada— digo sonriendo, Maya suspira pesadamente.

— Oh, mi pequeña tonta— dice mientras cruza miradas entre Hayden y Farkle, que por cierto, no han parado de mirarse. Abro un poco mis ojos y niego tratando de quitar esos pensamientos.

Nos sentamos en nuestras sillas, mientras Hayden se sienta al lado de Farkle, en el sitio de Lucas, frunzo el ceño ¿Y Lucas?

—¿Y Lucas?— pregunto mirando a Maya, ella mira el asiento atrás de ella y ve a Hayden, mi amiga hace una mueca de disgusto.

Creo que no le cae muy bien Hayden.

— Cierto. Matthews, ¿y Lucas? — papá voltea ante el llamado y la mira con el ceño fruncido.

— ¿No lo sabes, Maya?

Ambas lo miramos confundidas.

— Él y Zay se van por una semana a Texas.

Volteo a ver la silla de Zay y, efectivamente, está vacía.

— ¿Por qué no nos dijeron nada?— pregunta Farkle.

Volteo a mirarlo y sonrío, él me devuelve la sonrisa y ambos volvemos a mirar a mi padre.

— No lo sé, Farkle, son sus amigos, deberían saberlo— dice él alzándose de hombros, vuelve a escribir en el pizarron.

Seguido de eso, papá empieza a hablar de la Era Napoleónica y la primera coalición.

— De acá a dos semanas haremos un debate, Farkle deberá enfrentará a Riley sobre si el sol sale todas las mañanas.

Suelto una sonora carcajada y papá me mira.

— Es obvio que el sol sale todas las mañanas, pá. Yo ganaré, Farkley.— digo volteando para mirar a Farkle otra vez, él sonríe y alza una ceja desafiándome.

Mixed feelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora