7. Momentos incómodos.

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— Riles, necesitas comer— dice Maya sirviéndose cereal de chocolate con leche.

Niego e inspecciono una vez más la foto que sacamos de la pared con el grafiti.

—Maya, cualquiera que haya escrito eso tiene una letra demasiado linda— digo entrecerrando mis ojos.

— Oh, gracias por resolver el caso, Sherlock— bromea.

—No, me refiero a que no pudo ser la letra de un chico, así que fue una de las chicas, ¿has estado haciendo maldades a chicas de preparatoria, Maya papaya? —pregunto alzando una ceja, ella finge pensarlo, luego me mira y responde con un sonoro "No"

—Por supuesto que no, creo que recordaría haber... Uy— dice haciendo una mueca de culpa.

—¿Uy? ¿Uy qué, peaches?—pregunto mirándola, ella suspira y frunce el ceño.

—Creo que le grité a una chica por hacerme tirar mis libros, pero no creo que por eso quiera que me metan en una celda ¿o sí? — dice con duda.

— ¿Quién era, Maya?

—  Sarah—dice volteándose, yo solo suspiro. Sarah no es capaz de hacer eso, es la chica más dulce que conozco y no tiene ni una pizca de maldad en su cuerpo.

— No es una opción, conocemos a Sarah desde kinder, peaches— digo dándome por rendida— Terminemos con esto por hoy, preciosa, ya me duele la cabeza y quiero dormir.

—De acuerdo, pero tienes que comer algo. Además, ¿hace cuánto que no hablas con Farkle?— dice ella echándose en la cama, imito su acción y suspiro.

— Está ajetreado por las tareas y más ayudando Hayden a ponerse al día. Pasa más tiempo con lápices y libros que conmigo, Maya—Hago un puchero.

—Bueno, se lo pierde, más Riley para mí— se ríe mientras toma mi mano, sonrío.

Cierro los ojos por un instante y me dejo llevar por el sueño.

.....

— Riley ¡Riley!— gritan, doy un salto y caigo de la cama soltando un leve "Ouch"

—Lo siento, honey. Vamos muy tarde a la escuela—dice ella sonriendo. Abro los ojos sorprendida y voy directo al baño a lavarme los dientes.

—¡Debiste despertarme hace media hora, Maya! —grito con el cepillo y la pasta dental en la boca, Maya suelta una sonora carcajada y se echa a reí—. ¿Qué es tan gracioso?— pregunto incrédula.

—Cielo, solo lo hacía para que despertaras rápido—se explica y luego mira su reloj de mano—, vamos con una hora de anticipación.

Hago una mueca triste, me cepillo mejor los dientes y me echo una vez más en la cama.

— Estaba soñando en conejos y perritos, ambos tenían cachorritos— digo haciendo un berrinche, Maya rueda los ojos.

—Farkle vendrá a llevarte, así que arréglate—dice ella mientras trata de quitarme las sábanas, yo alzo una ceja y dejo de forcejear.

—¿P-por qué o qué?—pregunto algo nerviosa.

— Porque le dije que yo no podré ir contigo, ya que estaría pensando en cómo solucionar el problema del grafiti—dice sonriendo triunfante, la miro confundida.

— Pero quedamos en que lo haríamos juntas, Maya— digo desconcertada.

—Pero él no lo sabe. ¡Vamos Riles! Ve a cambiarte, estará aquí en treinta y cinco minutos— dice saliendo por la ventana, suspiro pesadamente y me cubro con las sábanas.

Mixed feelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora