Mañana... volverá a ser primavera

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     Hoy escribo esta carta para proclamarle al mundo que sin ti, el todo es la nada, que los hermosos sueños de antaño se han transformado en espantosas pesadillas, porque tu esencia ya no sigue en mi mente jugando al corro con mis desnudos pensamientos. Que mi cuerpo está en letargo desde que lo acariciaste por última vez ¿Recuerdas, amor? tus ojos negros posados en los míos, tus labios sorbiendo mi aliento con tus besos. Atesoro esa imagen grabada en mi cerebro como un tatuaje eterno; tú y yo besándonos el alma. Y en las noches de tormenta escucho en el viento tu voz grave, regalándome ternuras al oído, y corro descalza a abrir la puerta por si has regresado. Y bebo mis lágrimas al recordar que nunca más estaremos juntos. Unidos para siempre ¿recuerdas? Lo juramos aquel día de primavera de hace tantos años; juntos hasta el final de los tiempos, en la salud y en la enfermedad… Han pasado diez largos años desde que tus manos no acarician las mías, desde que tu risa no contagia de alegría estas cuatro paredes, que me ahogan a diario sin matarme del todo, dosificando mi muerte en fascículos. No sé  por qué soy una vil cobarde, y no soy capaz de tirarme al vacío. Si supiera que estás cerca para recoger mi alma, lo haría ¿Dónde estás, amor? Si tuviera noticia tuya, si descubriera al menos una milésima de segundo tu rostro a mi lado y sintiera tu índice acariciar mi mejilla, reseca de tantas lágrimas, sería feliz.

     Hoy quiero que el mundo sepa que te amé, mi vida, que te sigo amando aún, y que no puedo dejar de pensar un sólo segundo en ti. Evoco nuestros románticos paseos diarios, nuestras risas encadenadas a los besos furtivos que nos dábamos en la calle. Los bailes de los sábados en casa, a la luz de las velas, los latidos acelerados de tu corazón confundidos con los míos, danzando al compás de la música de nuestros cuerpos ¡Cómo echo de menos tu franca sonrisa, tu cálida mirada, a ti entero!... Hoy al fin concluyo esta carta, con el adiós definitivo a este vacío mundo, quebrado ya en mil fragmentos de nadas. Porque muero, lo presiento, y doy gracias, ya que haber vivido sin ti es haber vivido la muerte en vida. Y estas sentidas letras darán testimonio en la tierra, de todo lo que te amé, querido compañero. Tu muerte fue una estación más en nuestra vida. Mañana estaremos juntos… y volverá a ser primavera.

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⏰ Última actualización: Mar 12, 2014 ⏰

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Cartas de Amor y desamorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora