"La Vida Sigue"

Capitulo 64

Euge

Hace 18 años la conozco.. Vi sus mejores y sus peores momentos.. Vi como se dibujaba la ropa torpemente con los fibrones que nuestras madres nos compraban, y que al final nos retaban a las dos, porque yo me la rayaba también, para que el castigo sea compartido.. Vi cómo de tanto peinar a nuestras barbies, se quedan calvas, y llorabamos las dos, pidiendole perdon a la barbie, como si ella pudiera sentirlo, como si ella nos fuera a decir algo, era entendible, solo teniamos 3 años.. A los 5 años, vi como lloraba para no entrar a su último año de jardín, y yo tambien lo hacia.. “Quero juga con Euge” “Quero juga con Ali” decíamos las dos, tratando de sostenernos del marco de la puerta del jardín, para no entrar.. “Van a poder jugar dentro del jardín, y es más, si se portan bien, después las llevamos a la plaza” decían nuestras madres.. A los 6 años, trabajamos por primera vez en televisión.. A los 7, aprendimos a andar en bici sin rueditas, la felicidad que compartimos, mientras dábamos vueltas alrededor de la plaza en bici, era maravillosa.. A los 10, nos dejaron por primera vez, solas.. Nuestras madres tenían que ir a una reunión, y no tenían con quién dejarnos, ya que nuestros padres tenían que trabajar.. Fue solo por una hora, y obvio que cerraron todo con llave y nos dejaron bajo amenaza de que si no nos portabamos bien, no podríamos jugar mas juntas.. Pero nosotras no teníamos ningún pensamiento malo, solo poder jugar tranquilas y correr por toda la casa, sin que nos estén diciendo “no corran” “guarda con la escalera”.. Estuvimos jugando, y a la hora, escuchamos el timbre, bajamos corriendo la escalera las dos, pero fuimos ingenuas porque no teníamos la llave.. Justo en el anteúltimo escalón, ocurrió lo menos pensado.. Lali se resbaló y se cayó al piso.. Pude ver sangre corriendo por su cabeza, el miedo me inundó y no podía respirar, tampoco podía calmarme para poder ayudarla.. Para nuestra suerte, llegaron justo nuestras madres, y detrás de ella, venía la tía de Lali.. Cuando vieron lo que había pasado, la llevaron a Lali al hospital, no habia sido nada malo, solo una lastimadura.. A los 13 años, nos hicimos “señoritas” justo el mismo dia las dos.. “Tenemos sangre en la bombacha y en la cama” dijimos a nuestras madres fingiendo cara de miedo, porque nosotras ya sabíamos cosas acerca de ese tema y no nos daba miedo.. A nuestras madres se les llenaron los ojos de lágrimas.. Nos dieron la “charla”, la cual no le prestamos atención a casi nada, porque no era de nuestro interés, para nuestra edad, éramos maduras.. A los 19 años, se fue.. Se fue a España, con lágrimas en los ojos y dolor en su voz y en su alma, me dijo que eso le parecía lo mejor, yo no podía interceder, no cuando era una situación tan complicada, la juzgaron mucho, pero, que sabían los demás? No sabían nada de lo que Lali estaba pasando.. Hoy, con 22 años de edad, está embarazada, va a traer al mundo a una personita, y me llena de orgullo, pero también un poco de tristeza, porque sé  lo que pasa por su cabeza, y también comparto su mismo miedo.. Por eso, cuando vi que decia que si, sobre decirle a Peter.. No dude y corrí en busca de él, cuando lo encontré, lo agarre y sin dar explicaciones lo arrastre hasta la pieza donde estaba Lali.. Cuando entramos a la pieza, vi el miedo en los ojos de Lali, cuando vio a Peter.. Le sonreí, tratando de transmitirle y garantizar que todo iba a estar bien, y que acá me iba a quedar, como lo prometimos cuando teníamos 8 años, que las dos íbamos a estar en el momento de decirle a nuestra pareja que estamos embarazadas, y también en el momento del parto.. Ella lo cumplio, ahora me tocaba cumplirlo a mi.. Asique me sente en la cama, y deje que ellos hablen..

-Que pasa La? Por qué lloras?- preguntó Peter asustado

-Veni sentate- y se sentaron los dos..

-Te acordas cuando yo me fui? Yo me fui por una razón muy triste para mi..

-Me parece que me llaman, me tengo que ir- Peter trataba de escapar, y ni bien se levantó para irse, intercedi yo, obligándolo a sentarse devuelta..

-Te quedas acá, y escuchas lo que Lali tiene para decirte. - y me senté devuelta

-Peter, necesito que me escuches.. Es el momento de contarte todo.. Por favor - y le acaricio la mejilla, él asintió.. -No me interrumpas por favor..