Bueno aquí esta lo que te había prometido Mary:
Su mano apretaba el muslo de Jessica, y élla arrastró contra él y aplastó su bocadebajo de la suya con un beso largo yexigente. Shannon sonrió. Las cosas estaban apunto de ponerse muy interesantes. Jared se estaba ahogando.él ya tenía identificadoel sabor del beso de Jessica conalucinante placer. Así que con laprimera caricia de su lengua en la deella, su polla se elevó dura, tirante eimpaciente.Pero no era sólo por Jessica.Incluso con los ojos cerrados, Jared podía sentir la mirada oscura de Shannon concentrada en ellos. No se inmutócuando Jared profundizó el beso,cuando deslizó una mano hacia arribapor el muslo de Jessica, cuando sacó lacamiseta por su cabeza y confirmó quedebajo, no llevaba absolutamente nada.Cuando él se hundió en el dulcesabor de Jessica, no pudo detener sugemido. No era suficiente, ni siquieraestaba cerca. La necesitaba más cerca,quería más que su boca debajo de la deél. Jared no era un hombreacostumbrado a negarse lo que quería.Si Shannon quería mirar... bien. Su polla seapretó dolorosamente al pensar en el uniéndose. .Mientras comía los labios de Jessica, abrió los ojos para encontrar lamirada de Shannon siguiendo cadamovimiento. La polla de Jared se apretónuevamente, presionando contra lacremallera. La quemadura del deseoabrasó profundo y lo volvió loco. Cerrólos ojos y se hundió en el beso.Joder todo lo que usualmente legustaba, iba a manar con ello. Además,la cuestión más importante aquí era Jessica. Estaba asustada. Totalmentecomprensible. Como cualquier tipo quealguna vez ha estado en una pelea podríadecirle, la mejor manera de sacar laelevada adrenalina era una buenafollada. Ahí es donde él entraba.Rodeándola con sus brazos, Jared planeó ponerla sobre su regazo, el pechode Jessica en el de él, sus muslos firmesy pequeños envueltos alrededor de suscaderas. Oh, sí. Pero cuando lo intentó,ella no se movió. Jared abrió los ojos, sin romper elbeso, y descubrió otro par de brazosalrededor de ella, otro hombremanteniéndola en su regazo. Claramente, Shannon se había abierto paso debajo de Jessica, que estaba sentada sobre suregazo, su espalda en el pecho de Shannon... Y las manos de Shannon por todo sucuerpo.—¿Fue bueno ese beso? —murmuró Shannon, mirándolo directamente. Jared casi no podía responder. Lavisión de la mano venosa y bronceadadel otro hombre entre las piernas de Jessica repentinamente desnudas disparósu deseo. ¿Cuándo le había quitado Shannon el chándal?No importaba. Jessica se abrió más,y todo el cuerpo de Jared se apretó.¡Mierda, esto se estaba calentandorápido! Lo caliente se volvió explosivocuando él captó la vista sin obstáculo delos dedos gruesos de Shannon cavandodentro del coño de Jessica y luegodeslizándose hacia afuera. Podía verexactamente cuán húmeda estaba. Laprueba hacía brillar los dedos de Shannon...y su necesidad de follarla se escapó delas gráficas.Su boca se mantuvo sobre la de Jessica... su mirada nunca abandonó lamano ocupada de Shannon... él masculló.—Dulce. Tío, ¿cómo se siente?—Apretada y empapada. Lista paracomer.Tan pronto como Shannon dijo laspalabras, la imaginación de Jared sellenó con la imagen de la cabeza oscura de él entre los muslos pálidos de Jessica. Incluso pensar en ello disparósu deseo a la estratósfera.—¡Hazlo! —atormentó—.Maldición hazlo y déjame ver. Jessica gimió, y Jared dejó caer lapalma de la mano sobre los pechosexpuestos de Jessica, acunando uno,manoseando el endurecido pezón. Shannon observaba con ojos ardientes, sus dedosocupados entre las piernas de Jessica.Su pálida piel estaba ruborizada, lacabeza echada hacia atrás sobre elhombro de Shannon, y con las piernasextendidas, era una actitud de entregatotal.Mierda, el fuego incitado por esavisión estaba a punto de comer vivo a Jared.—Hazlo —incitó Jared nuevamente—. Y quiero ver que la haces correrse.—¿Puedo saborearte, Jessica? —susurró Shannon contra su cuello, luegoarrastró los labios a través de lasensible unión entre el cuello y elhombro.Ella tembló, se estremeció, luegoasintió.—Por favor...Jared esperaba que Shannon la acostarasobre su espalda en el sofá, y seacuclillara entre las piernas. No lo hizo.En cambio, se quitó la camisa y giró a Jessica para enfrentarlo mientras ellamontaba a horcajadas su regazo.—Bésame —exigió. Jessica lo hizo, apoyandosuavemente su boca sobre la de Shannon, unroce, un golpeteo prolongado, luego unprofundo intercambio de lenguasmientras las manos su espalda, su culo. Y Jared,rondando justo al lado de ellos, estabaatrapado en el espectáculo eróticomáximo, la excitación volviéndolo locoy amándolo completamente. ¡Qué viajesalvaje!De repente, Shannon relajó el beso y laacarició.—Muy bonita. ¿Quieres ser unachica dulce y dejarme verte besar a Jared de nuevo?La mirada de Jared se cerró sobrela de él. Jessica aleteó las pestañas cerradassobre las rosadas mejillas, pero un largomomento más tarde asintió. Entonces segiró hacia él con los ojos color verde aturdidos, no obstante enriquecidos consensuales pensamientos. Quería saltarsobre ella, follarla ahora. Quería verque ocurriría después tandesesperadamente. Decisiones,decisiones... Jared metió los dedos en el cabellocolor marrón miel y usó las largashebras para guiar la boca de Jessica a lasuya. Inclinó su boca contra la de ella,abatiéndose rápido, profundo y durohasta que ella estaba retorciéndosecontra él y gimió. Dios, podía oler lomojada que estaba, e iba directo a supolla.Cuando se separaron, Jared miróhacia abajo para encontrar los blancosdientes de Shannon mordisqueando lospezones de Jessica. Unotras otro, luego una suave chupada y unroce de su lengua.—Haz eso a su coño —exigiónuevamente.Con aparente renuencia, Shannon levantó la boca de los pechos y sedeslizó en el sofá de cuero, hasta quesólo apoyó el cuello en el almohadóntrasero. Luego, guió a Jessica para quese arrodillara.Y de repente, el coño de Jessica estaba directamente sobre su boca.Joder... Shannon levantó la cabeza y comenzó adevorar a Jessica. Ella echó hacia atrásla cabeza, agarrando el respaldo delsofá. Los extremos rizados de su cabellocoqueteaban con la parte superior de suculo y Jared no estaba seguro si algunavez había visto algo más caliente. Unrubor se extendió por todo el cuerpo deella y comenzó a jadear, absorbiendoenormes cantidades de aire.—Oh, Dios mío... —Le temblaba lavoz. Ella apretó el sofá, aún más. Jared vio la cabeza de Shannon desplazarse, oscilar de arriba abajoentre las piernas y Jessica respondía contotal abandono... él casi se perdió. Eltiempo de ser un observador estabaterminado. Ahora quería participar. Sacándose la camisa y los zapatos, Jared escarbó en la billetera.Afortunadamente, otro condón estabaesperando para la ocasión. Se arrancólos pantalones vaqueros, y se colocó lafunda de caucho en unos cuantossegundos.Mejor se apuraba. Los gritos de Jessica se estaban volviendo gemidos ylas súplicas más altas.—Retrásala. Casi estoy allí.—¡No! —protestó—. No.Necesito...—Nos aseguraremos de que loconsigas —prometió Jared—. Sólorelaja un poco, hombre. Hasta que yoentre. Jared no esperó la confirmación. Sepuso de pie detrás de Jessica, pasósuavemente la palma de su mano através de la espada y la empujósuavemente hacia abajo hasta que lacabeza de Jessica descansó suavementesobre el respaldo del sofá.Ahora tenía el ángulo perfecto paradeslizarse adentro de su coño. Y noperdió el tiempo.Agarrando sus caderas, se deslizódentro de Jessica, profundo... todo en unsolo deslizamiento. Ella era como sedacaliente, derritiendo su columnavertebral y su resistencia al mismotiempo. ¿Cómo diablos se suponía queiba a aguantar? Él retrocedió, luego se hundió unavez más. Y respiró sorprendido.¡Maldición! Entonces repitió el procesootra vez. Y otra vez. .El sudor adornaba su espalda. Ellaestaba tan malditamente apretada y lafricción era abrumadora. Iba a ponerloen cortocircuito en segundos. Y aúncuando Shannon más la excitaba, ella semantenía agarrándole fuertemente lapolla. Realmente, ¿sobreviviría cuandoella se corriera?Como un loco, empezó a golpeardentro de ella, empujando contra larestricción de su coño con golpes largosy feroces. Durante unminuto perdió el ritmo y Jessica losujetó con fuerza una vez más,. Ella estaba tan apretada y ahoraincluso más excitada de modo que sintiócada pedacito de ella rodeándolo. Elrecuerdo de esa sólida mano tocándoloen todos los sitios correctos le empujódemasiado cerca del orgasmo.—. Shannon chupó, ella gritó, Jared empujó frenéticamente contra lasparedes pulsando... entonces laexplosión llegó.Enorme. La cosa era deproporciones míticas. El orgasmose disparó hacia abajo por su columnavertebral, quemó, y se agitó entre suspiernas... luego explotó toda lasensación a través de su cuerpo.Un buen rato más tarde, agotado, seapoyó sobre la piel húmeda de laespalda de Jessica.—¿Estás bien? —ella lo miró porencima del hombro. Jared le besó el hombro. Malditamujer increíble. Había sido nominadapara unirse a dos tipos calientes... .—Muy bien, nena. ¿Tú?Ella simplemente canturreó y aflojóincluso más su cuerpo. Tan divertida como esta reuniónha sido, voy a necesitar un poco dealivio —dijo él con losdientes apretados.Sí, si él no se hubiese corrido, seríaun loco de atar por ahora. Jared se retiró del dulce cuerpo de Jessica y se sentó en el sofá, quitándoseel condón. Arrastró a Jessica sobre suregazo y ella se acurrucó contra él, sucabeza sobre el hombro de Jared.

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La Asistente De Mars
Fiksi PenggemarMi nombre es Jessica Blake y después de que termine mi trabajo como asistente con la banda Muse me quede sin empleo, bueno hasta que recibí la llamada de Jared Leto ,apenas lo conocía lo suficiente para saber quien era.acepte su oferta de trabajo y...