Cap. 19

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—¿Pero por qué?— no había duda de que el abuelo estaba preocupado y de que nos ocultaba algo más.

—Abuelo, no importa lo que ocultas, lo quiero saber ahora— no podría aguantar otro secreto, necesitaba saberlo ahora.

—No es un secreto si no más un detalle...— me contestó.

—Abuelo, no es tiempo para metáforas, ¿A qué te refieres?— ya me estaba cansando.

—No es que les esté ocultando algo, pero se me ha olvidado comentar el detalle...— dijo mirando el vacío y pensativo.

—Abuelo, todos saben que no tengo demasiada paciencia, dime de una vez ese "detalle"— ya estaba muy frustrado como para preguntar amablemente.

—...— no respondió.

—¡Abuelo!— ya me había cansado.

—...lo siento, pero no les conté que cuando un oscuro se comienza a transformar tiene que aceptar a la oscuridad en sí para superar la primera etapa, la oscuridad toma parte de la persona y se "hospeda" en el individuo y como consecuencia pierde la mitad de su alma y la mitad de su cuerpo... pero en este mismo momento el enigma es otro y creo que tu ya lo sabes Nate...— me dio una respuesta demasiado abierta.

—... si sólo los oscuros tienen tal descripción... ¿Por qué vi a mi padre así?...— la idea ya estaba en mi mente, pero no quiero ni siquiera pronunciarlo — no será que...— no lo quise decir.

—Nate, no pienses en eso, sólo son sueños, lo más probable es que no sea real— me dijo el abuelo en un intento de motivarme.

—No abuelo, algo más hay detrás de esto,  lo sé, no es sólo coincidencia, fueron detalles muy claros y precisos como para ser cosa del azar— estaba decidido y a decir verdad soy algo terco cómo para cambiar de opinión—¿Y si mi padre... es uno de ellos?— lo solté de una vez por todas.

Los chicos, que cumplían la función de espectadores, quedaron atónitos, por otro lado el abuelo parecía enojado, no entendía nada.

—¡Nate!, ¿¡Cómo se te ocurre decir tal idiotez?!— se quedó callado por un momento, pensé que se había dado cuenta de lo que dijo, pero siguió—¡Tu padre no era un desquiciado como el mío!— hizo otra pausa —¡El hizo todo lo posible por protegernos!, ¡a todos!— se estaba poniendo más furioso —¡No puedo creer que tú, su propio hijo lo denigre de tal manera!— hubo un silencio inmediato en la pequeña cueva.

—Abuelo, tranquilo, no es para tanto, creo que te has pasado— le hice notar de lo que había ocurrido, pero parecía estar cejado por su irracional ira.

—Creo que tus palabras son una total locura, una grave ofensa contra tu padre— se notaba que se lo tomaba muy personal —Discúlpenme, pero necesito ir a tomar aire— salió apresurado por la entrada de la cueva, debido a la espesa neblina se le pudo ver sólo un breve momento.

Los chicos seguían atónitos, pero al parecer Emma pudo reaccionar.

—No te culpes Nate, se nota que todavía no puede superar el tema— me apoyó.

—No entiendo por qué el abuelo reaccionó de tal manera— agregó Robbie —es como si hubiese cambiado de humor de la nada— dijo sin descaro alguno.      

Con Emma realizamos un breve intercambió de miradas.

—¿Cómo tienes tanto descaro Robbie?— le dijo Emma sin problemas, frente a frente —realmente esto me parece una falta de respeto— entre ella y yo sabíamos que en parte era broma, pero Robbie no.

—¿A qué te refieres Emma?, en serio, por qué no entiendo lo que ocurre acá— Robbie estaba comenzando a alterarse, no como el abuelo, pero se veía asustado, se notaba que no era su intención cambiar de ánimo tan repentinamente, o al menos no lo sabía.

—Tranquilízate hombre, no es más que una broma— le calmó Emma poniéndole una mano en el hombro.

—Que clase de broma más aburrida, en serio, no causa gracia— Robbie se tornó serio muy repentinamente.

—¿Qué te ocurre?— le pregunté a Robbie, pensé que de nuevo había cambiado de humor.

—Tranquilízate hombre, era solo una broma— me dijo entre risas.

—...Ah, jaja, que gracioso— nadie rió, pero fingí una pequeña risa para no dejarlo mal, intenté cambiar el tema.

—¿Qué haremos ahora chicos?—dije mientras buscaba algo que hacer.

Nadie respondió, pero abrí uno de los bolsos que teníamos, pude ver que la tienda que teníamos estaba hecha añicos, la poca ropa que nos quedaba estaba sucia y mojada y sólo nos quedaban las cobijas, tres pistolas, dos escopetas y ese gran arpón que no habíamos ocupado. Les conté a los chicos.

—Creo que por eso mi caída en el montón de huesos fue más blanda— dijo Willow —caí sobre la tienda— dijo con una sonrisa en la cara. A pesar de ser algo malo reímos, a mal tiempo buena cara.

...

Ha pasado un buen rato y el abuelo aún no llega de "ir a tomar aire" y ya nos estamos preocupando demasiado así que decidimos salir a buscarlo. echamos las cobijas en un bolso junto con las armas, los otros bolsos los dejaríamos en la cueva. En el montón de huesos de la cueva del dragón, me encontré una especie de funda para la espada que tenía, así que me lo colgué en la espalda y le sobrepuse el escudo, ahora tenía el verdadero equipo de un guerrero, algo que necesitaba ser más que nunca. Aún no terminábamos de guardar completamente todo cuando escuchamos el desgarrador grito de un hombre, que no era si no el abuelo. Nos apresuramos el triple y salimos todos juntos a afrontar la espesa niebla, luego otro grito y después otro, parecían gritos de sufrimiento, y sin dudas era el abuelo, seguimos, ahora corríamos  todos muy juntos para no perdernos, estábamos llegando a una zona dónde la niebla se hacía un poco más débil, ahora se podía ver más, no mucho, pero por lo menos se podía ver algo, avanzamos hasta llegar a la fuente de los gritos, parecía ser el el abuelo, estaba de rodillas en el suelo, de espaldas al lugar por el que llegamos, recién en este momento me pude dar cuenta de que los árboles ya no tenían fuego, por alguna "mágica" razón ahora sólo eran árboles comunes. Estaba delante del grupo, un poco más atrás, casi al lado, estaba Willow, al otro lado estaba Robbie y más atrás Emma y Jack, no se me ocurría que hacer.

—Abuelo, ¿estás bien?— fue lo único que pregunté.

—Yo no soy tu abuelo...— me contestó con una voz fría, seca y grave.

—Abuelo, ¿de que hablas?, soy yo, Nate— no tenía ni la menor idea de lo que ocurría, pero un leve calambre en el estómago me indicó que no era bueno.

—Corre— me contestó con la misma y extraña voz de ultratumba.

En ese momento me quedé completamente paralizado.

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NÁUFRAGOS: "En Busca De La Verdad" #CloudAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora