HOMETOWN.

ALONE 1.5

En la acera se encontraba un niño durmiendo.

-Hey, pequeño.

-...

-Mira lo que te traje, es para ti y tu familia.

-Gra... gracias señor.

Chester solo se alegró de ver la cara de entusiasmo del niño.

Sabía que no estaba muy seguro ahí, así que salió lo más rápido que pudo, sin levantar ninguna sospecha claro, la gente lo miraba, su adrenalina estaba a tope, su pánico era tan grande que caminó lo más rápido que pudo, pero sus piernas y todo su cuerpo le decía que corriera, y como siempre, sus instintos le ganaron a su razón, tardó 3 segundos en salir de ahí por completo.

Al llegar a la esquina tomo un respiro, para calmarse otra vez.

Se escuchó el sonido de una cámara al capturar una imagen.

-Sabía que encontraría al malo- dijo una chica con el cabello en la cara, pero aun así se notaba su rostro de enferma satisfacción.

-Qué? ¿De qué hablas?

-De tu intervención con los clanes de la droga que se encuentran en este lugar, eres un delincuente- Quitándose el cabello de la cara.

-Estas equivocada- dijo Chazy yéndose -Estúpida- murmuró.

Ella no respondió, solo llamó a la policía.

cuando sacó el teléfono un hombre trató de hurtarlo, se lo arrancó de las manos e hizo una carrera explosiva, ella le siguió a toda marcha sin pensarlo dos veces y Chester se quedó consternado y paralizado por lo que acababa de ocurrir.

Fácilmente el delincuente recorría diez metros por segundo y ella le pisaba los talones, estiró sus brazos para acercarse más, pero le era imposible, dio un último impulso estirándose lo más posible, reteniendo al tipo por su chaqueta de cuero con un bordado de "The Rolling Stone" sobre ella.

Era tanta la velocidad de la carrera que, al momento del contacto, el maleante cayó y soltó el teléfono por el impacto, ella se desvió para recoger el teléfono, él no sabía qué hacer, seguro era la primera vez que hacía una cosa como estas, su pecho estaba por explotar y sentía las lágrimas queriendo desbordar la represa de su ira. No lo pensó demasiado y agarró el cuchillo que tenía a su disposición y lo introdujo en la pierna de su adversaria quien lanzó un grito al final desgarrado por la furia que sintió.

Chazy al escuchar los gritos, se lanzó al ataque. Pudo referenciar a la chica desde la distancia y al hombre también, los separaban pocos metros y Chazy solo tenía los ojos puestos en la mal-herida.

Cuando escuchó un sonido brusco, rápido, grave, pero al mismo tiempo agudo, que le dejaría seguramente secuelas en el oído.

Las palomas alzaron vuelo con su revoloteo característico, se veía imposible que tantas aves salieran de un solo árbol, pero ocurrió.

El tiempo se detuvo, Chester intentó recordar aquel momento en el que escuchó por primera vez el sonido, aún tenía nueve años. Se encontraba en su habitación cuando de repente escuchó el impacto de un plato de porcelana con el suelo, sabía previamente que sus padres se encontraban en una discusión bastante prolongada, cuando percibió un raro sonido, era tan fuerte como chilloso. Los instintos le dictaban que se agachara y cubriera sus oídos.

Lloraba porque sabía que algo malo estaba pasando, sus lágrimas llegaban al suelo mientras los minutos pasaban, minutos silenciosos compensando aquel segundo de extremo ruido doloroso, silencio de incertidumbre donde solo se pensaba miles de cosas que podían estar pasando detrás de esa puerta, Chazy quiso escuchar algo, lo que sea, aunque fuese ese mismo sonido, porque a veces el silencio suele ser perturbador. Y ese en particular era uno de ellos.

Fijó su mirada hacia el hombre en el suelo, que tenía una nueve milímetros en la mano derecha, mientras lloraba tembloroso. Él podía ver dentro del orificio del arma. Eso significaba que la pistola le estaba apuntando a él, miró hacia si mismo y vio como su playera se teñía de un rojo vivo, nunca supo por qué pero de alguna forma se sentía bien, como un espacio vacío en su estómago, dos segundos más tarde se desplomo en el suelo, esperando un sueño eterno.

________________________EDITANDO___________________

_Algunas cosas no serán iguales después de la edición