CAPITULO 1: EL ENCUENTRO DE JAVIER Y PABLO
Un día lluvioso, Javier miró por la ventana y vio a un niño en el suelo. Sin pensárselo dos veces salió para intentar ayudar al chaval que cayó desplomado ante sus ojos, Javier le preguntó que qué le había pasado, pero él no contestaba a sus preguntas, le cogió y se lo llevo a su casa, corriendo fue a la búsqueda de su madre. Javier le preguntó si podía llevar a aquel chico al hospital pero ella, sacudiendo la cabeza de un lado a otro, al instante Javier le preguntó nervioso: ¿por qué? Su madre, sudorosa le dijo que no había tiempo y que habría que reanimarlo aquí, en su casa, entonces Javier corrió por los pasillos en busca del botiquín, lo cogió y corriendo armó un jaleo en el pasillo pero eso le daba igual, con tal de salvar al chaval. Le dio el botiquín a su madre, ella le pidió que hiciera lo que ella dijera al pie de la letra. Tras un buen rato intentando que vuelva en si su madre lo dio por muerto, pero Javier no él lo intentó pero no tuvo resultado. Javier ya asentó la cabeza y él se rindió se le escapo una lágrima que fue pasando desde la frente luego pasó entre las cejas, escaló la nariz y entró en la boca .Esa lágrima pasó por la laringe, recorrió el estómago hasta llegar a la vena que conducía hasta el corazón, esa lágrima tenia tanto sentimiento que al tocar el corazón aquel chaval despertó de sueño profundo y sino llega aquella lágrima a su corazón hubiera sido eterno. Él cuando se despertó no sabía donde estaba, estaba desorientado se levantó y recorrió la cocina, el salón hasta encontrar a Javier le preguntó si él le había salvado de la horrible muerte, él contestó firmemente y orgulloso si. Entonces, sin pensárselo dos veces le dio un fuerte abrazo y le dijo que se llamaba Pablo, después le preguntó Pablo que como se llamaba él le contestó Javier. Los dos dijeron a la vez esto es el principio de una bonita amistad.