Era como si se me ocurriesen mil ideas malvadas para que el (ahora) peliverde sufra, pero al momento de ejecutar el plan, lo imaginaba sufriendo.
Y simplemente no me sentía bien haciéndolo.
Ahora por alguna razón me sentía más inspirada en cocinar bien. Digo, tenía después de todo a un público al cuál complacer.
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No sé si nadie tdv lee esto, sé que ha pasado demasiado tiempo desde que escribí el 1.0 pero en verdad me desaparecí full y por la universidad hace eso. En fin, igualmente continuaré escribiendo, probablemente con un giro en la historia.
Espero les guste, adiós :)
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