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Bien, ahora que se encontraba frente a la gran reja negra y al pasto seco, Aron supuso que tal ves había sido mala idea venir al funeral.

Recordemos, Aron ha conocido a Minhyun desde una edad temprana, fueron amigos durante mucho, mucho tiempo... Pero por culpa de ambos eso se acabo.

Aron, por ser de una familia económicamente estable y muy social, logró ser uno de los más populares de la escuela.

Y mientras tanto, Min era todo lo contrario. Su madre comenzaba a olvidar muchas cosas, sus hermanitos solían enfermarse en exceso, y su padre se la vivía enojado. Eso lo llevo a ser muy tímido con las personas, y también a tratar de sobre salir en los estudios para sacar adelante a su familia.

Pero ahora estaba rota.

Llegó hasta el lugar donde se encontraba la madre de su ex amigo, y se posicionó a su lado, dejando sus rosas blancas sobre la lápida. Mala idea.

Min al verlo reaccionó de una manera agresiva.

Gracias al cielo, no había nadie más que Minhyun en el lugar que viera como le pegaban con sus rosas.

— ¡Ya, ya, ya! Detente... — Exclamó tratando de arrebatarle el ramo.

— ¡Me detendré hasta que te marches, Aron!

— ¡Bien, bien! — Alzó sus manos en señal de rendición. — Pero antes quiero decirte algo...

— No quiero oír nada de ti... vete ya. — Su voz sonó tan dura que hizo no replicar a Aron sobre su orden.

— Bien... — Le tendió una nota para que Min la tomara, y cuando lo hizo simplemente se dio la vuelta para marcharse del lugar teñido de colores tristes.

Notas a Minhyun ✎ MinRonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora