rompe corazones

desde pendeja

Se encontraban los dos debajo del "puente secreto", hecho de una madera torcida, llena de chicles de menta y frutilla, que tapaban los nombres escritos con temperas azules y violetas.
El día en el pueblo vacío estaba nublado y ventoso, la tierra estaba mojada y los árboles estaban pelados, pero el pasto estaba esponjoso y tenía flores de color rosa. Había olor a caramelo, que provenía de la gran fábrica que poseía el papá de Tom, tambien había alas de mariposas en el suelo y la pata de la muñeca de la vecina de Tim.
Ese día era el peor dia que habían tenido en los últimos tres años, pero Tim y Tom estaban super duper contentos, porque era el día en el que les tocaba una aventura. (Todos los miércoles van al bosque y buscan a piter pan y a campanita, mientras luchan con las ramas del gran pino caido)
-Yo de grande quiero ser un detective y peliar (Si, peliar) con los malos y tener plata para comprarme el auto de batman.- Decía Tom mientras se sacaba un poco y lo pegaba en el árbol de al lado.
-Yo quiero ser un mago.- Dijo Tim, escribiendo algo en la tierra, mientras se chupaba los dedos de la otra mano, que tenían caramelo derretido.
-SSSSSSHHH ¡callate!- Le dice Tom, aplastandole los cachetes a Tim, haciendo que parezca un pescado.
-¿Porque?...- pregunta Tim, que tenía miga de pan en la boca y los cahetes inflados. Se cubrió los ojos con las manos, que tenían unas dos o tres uñas pintadas de rosa bebé.
La uña se la pinto Tete, su vecina, quien lo amaba con toda desesperación, hasta le robó un beso. Pero Tim le tiene asco a las chicas, asique le sacó la lengua y corrió hacia Tom.
-Los magos no dicen que son magicos, no me digas, yo te voy a descubrir y y y y vamos a ser luchadores y vamos a peliar con espadas láser y vamos a ser amigos magicos - Decía Tom saltando de alegría.

Luego de ese día, Tim dejó de ser amigo de Tom. Porque Tim pensaba que le había robado al capitán América, asique le dejó de hablar para siempre.