New Beginning [SECUELA] [ACABADA]

Capítulo 4: Bienvenida.

Noté como mi cuerpo se estremeció y comenzó a temblar, tanto por miedo como por deseo, y me incorporé rápidamente, sentándome en la piedra, y observando al perro.

Este se acercó a mí, y se arrambó a mis piernas, cuando comencé a acariciarle la cabeza. Me miró fijamente, y observé detenidamente sus ojos.

Era impensable que los ojos de un perro me transmitieran tanto, como lo hacia Max...Tenía exactamente los mismos ojos, y todo su interior.

-Cogí a este en brazos, y comencé a achucharle, mientras Roxy se acercaba, la vi a pocos cm de mí, de repente-. Hola Roxy...-Dije, entre risas, pues el perro me hacía cosquillas-.

-¡Hey! Parece que ya has conocido a Max...-Dijo, mientras dibujó una sonrisa en su rostro-.

-Es encantador. -Le miré a los ojos, notando que los conocía cada vez más, y de reojo, veía como los demás se acercaban-.

Me encontraba sentada en la piedra, con Max, mientras los demás nos observaban, algo extrañados, menos Roxy.

-Ese perro...Parece que tenga incluso un alma dentro. -Exclamó Mark-.

-Obviamente, todos los seres vivos tienen alma. -Añadió Roxy, como disculpando al animal-.

-Ya, claro, pero se refiere a una alma humana. -Dijo Emily-.

-Eso...Es un disparate, chica. -Dijo Roxy, mirando al suelo, haciendo notar que se sentía culpable-.

[...]

Pasaron unos cinco minutos, no muy exactos, donde se encontraba un silencio incómodo, sólo se oía el susurro del viento, mientras todos observaban al perro, junto conmigo, menos Roxy, que se encontraba algo inquieta, y por fin, acabó con el silencio.

-Bueno, creo que debería llevarlo ya a casa... -Murmuró, mientras se acercaba al perro, y esté le gruñió, respondiendo a esta-.

-Parece que no quiere irse. -Añadí a la defensiva, mientras notaba como el animal se aferraba más a mis brazos-.

Rachel y Chris, se alejaron lenta y disimuladamente, hasta la entrada del cementerio.

·Narra Rachel:

-Está tía nos está vacilando. -Me dijo Chris, con su típica actitud-.

-Posiblemente, pero lo mismo hizo cuando nos afirmó que veía muertos. -Me crucé de brazos, mientras observaba a un punto fijo, algo aburrida-.

-Pues yo cr...-Las palabras de Chris las interrumpí, con un leve grito, al ver que un chico rubio se acercaba a la entrada del cementerio, y definitivamente entraba-.

Me quedé observando fijamente al chico, y lo seguí disimuladamente, mientras Chris, llevó sus manos a la cintura y bufó-.

-Pareces gilipollas. -Exclamó, y se fue mientras bufaba-.

Le ignoré, centrándome única y completamente al chico rubio, hasta que este se giró y me miró fijamente.

-N-No...No puede ser...¿Cameron? -Tartamudeé, nerviosa y temblorosa, mientras observaba sus limpios y tímidos ojos azules, que un día me enamoraron-.

-Hola, pequeña. -Me susurró cariñosamente, mientras acariciaba mi mejilla, y me estremecía-.

Llevé mis manos a su nuca, acercándole a mí, y haciendo que nuestros labios se encontraran a pocos cm. Esperando un beso ansiosa, llegó, él se lanzó hacía mí, y nos fundimos en un apasionado y cariñoso beso, que cada vez deseábamos más.

·Narra Chris:

Dios...No la soporto. -Murmuraba, mientras caminaba hacía los demás, pero algo me detuvo. Noté una mano, que me agarraba por el brazo, y que provocó que comenzara a temblar-. ¿Q-Quién eres...?

Me quedé inmóvil mirando el suelo, hasta que el individuo me hizo girar, sobre mis talones, y que quedara a pocos cm de sus labios.

Me quedé mirando estos, y murmuré.

-Alex...-Tragué saliva, y subí lentamente mi mirada hasta sus ojos marrones, mientras llevaba sus manos a mi cintura-.

-Cuando te asustas pones demasiado, cielo. -Dijo, entre risas, lo que provocó que también riera, pero añadí-.

-Eres un cabrón. -Solté, y rápidamente le acerqué a mí, juntando así los labios de ambos, y comenzando a expresar todo el amor en un beso, que iba a más-.

·Narra Ryan:

Me alejé de los demás, frustrado, mientras ambas manos se encontraban en los bolsillos de mi chaqueta, y bufaba, bastante nervioso y algo molesto.

-Cuanto más, Anna...-Murmuraba, mientras miraba a varios lugares, sin ninguna idea en concreto-. Maldito Max. -Dije, firmemente, y tiempo después noté una brisa fría, que me pegó en toda la cara, mientras yo apretaba mi mandíbula, con más rabia-. Tú no has muerto capullo, pero me encargaré yo...