El movimiento afecta a las emociones.
El ejercicio nos libera del estress y genera ciertas reacciones químicas que hacen que nos sintamos bien. Es necesario hacer ejercicio con asiduidad, si es posible cada día, durante 30 minutos por lo menos.
Mis sentimientos son influenciados por mi postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz.
Los sentimientos de felicidad pueden ser desencadenados conscientemente en cualquier momento mediante el "anclaje."
Los alimentos que tomamos tienen una influencia notable sobre cómo nos sentimos. Evitar los estimulantes como el café, el té, el alcohol, los alimentos que contienen azúcar y los aditivos artificiales. Tomar fruta fresca y verduras en abundancia, también cereales integrales.
La falta de la suficiente luz del día puede generar sentimientos depresivos. Salir a la luz natural durante una hora cada día siempre que ello sea posible.