¿Por qué?

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Metí la mano bajo mi bolsa de papel y al sacarla la vi manchada de sangre, no pude evitar recordar lo sucedido esa tarde. Mi invento no había funcionado como lo planeado y había explotado, ganándome una patada y golpe en la cara de parte de mi jefe. Estaba harto. Pensé que había logrado acostumbrarme a esta "familia", pero no puedo. 

No es que no les tenga afecto, 5.0.5 es muy amable, y aunque no hable siempre me ayuda, y Demencia puede llegar a ser un poco graciosa si dejamos de lado lo molesta que es.. incluso puedo admitir que BlackHat es.. es.. ¿Cuál es su lado bueno? Se que hay uno, por eso no he renunciado aún, pero en este momento no consigo recordarlo. Solo puedo pensar en lo mal que me trata, los golpes, los insultos. Debería odiarlo, pero es la persona en la que más confío. Incluso lo he dejado verme comer, cosa que con otra persona me generaría mucha ansiedad. Cuando estoy a su lado me siento seguro. Hasta que me llama inútil, idiota, retrasado, inservible bolsa de papel, y muchos otros insultos que con solo pensarlos me hacen querer renunciar, o me golpea, patea, y cuando estoy en el suelo se ríe con malicia. ¿Pero que esperaba? Es un villano. No, debería haber renunciado hace mucho tiempo, pero aún sigo aquí. ¿Por qué?  Antes solía saber la respuesta a esa pregunta, pero ya la he olvidado. 

Me limpié la sangre con mi bata y salí decidido. No me costó mucho encontrarlo, estaba en su oficina haciendo una llamada. Ni me molesté en tocar la puerta, y entré. Me miro sorprendido y luego enojado, solía estar muy nervioso al ir a su oficina y tocar la puerta suavemente mientras temblaba, ya que si me llamaba probablemente significaba que había hecho algo mal y podría despedirme. ¿Pero por qué temía que me despidiera? Ojala lo hubiera hecho largo tiempo atrás.  BlackHat cortó la llamada enojado, probablemente era uno de sus clientes.

—Espero que sea algo importante Dr. Flug.— Me miró a los ojos, y sentí que ni mi bolsa ni mis gafas me podían salvar. Toda mi confianza se esfumó en un instante.— No quiero perder mi valioso tiempo en tus tonterías. 

—Y-yo..— Empecé a tartamudear. No tendría que haber venido, quise volver atrás, pero ya era demasiado tarde. Tomé aire y volví a hablar.— Yo renuncio. 

Al ver como alzaba una ceja inquisitiva deseé no haber hablado. 

—¿Y a que se debe tal espontanea petición?— ¿Petición?.. ¿¡Petición?!

—No es una petición. Me largo. Estoy harto de esforzarme, pasar horas sin dormir, sin comer, para que lo único que reciba son golpes o insultos. Aquí no se aprecia mi trabajo. Hay muchos villanos que pagarían el doble que usted para que trabajara con ellos.— No se de donde saqué esa confianza, pero me sentí orgulloso de que mi inseguridad no se hubiera entrometido. BlackHat se quedó callado, su cara era neutra, casi aburrida.

—No puedes.— Me respondió simplemente y se puso a mirar unos papeles, ignorándome por completo. Me sentí un idiota estando simplemente parado ahí mientras el me ignoraba. No, eso quiere que pienses me dije a mi mismo.

—¿A qué se refiere? Claro que puedo. Y lo haré.

— No, no puedes y no lo harás inservible pedaz..— Se contuvo— Ahora vives aquí. No te puedes marchar. Ahora deja esa tontería y vete a trabajar.

Tuve la tentación de hacerle caso, pero con un valor que no se de donde había sacado me acerqué a el y lo sostuve de la camisa, haciendo que me mire a los ojos. Lo tomé desprevenido y se quedó mirándome sorprendido. Un sonrojo se me plasmó en la cara sin mi permiso y ya no supe que hacer. Nos quedamos mirándonos durante un tiempo, el sorprendido y yo avergonzado. Quería apartar la vista pero no podía, algo me lo impedía. Era la primera vez que lo miraba a los ojos de esa manera, y sin darme cuenta mi expresión enojada se cambió por una sonrisa. Claro, el no podía verlo. Creo que por eso no había renunciado, por esa cálida sensación que se me expandía por el cuerpo cada vez que me felicitaba por alguna buena idea o invento. Yo.. sin pensar me levanté un poco la bolsa, lo suficiente para acercarme rápidamente y besarlo. Duró un momento. Mis labios se chocaron con los suyos y me separé al instante. Una grata satisfacción me invadió, para luego ser remplazada por temor. 

¿Me golpearía? Claro que no, me mataría. Lo que hice era imperdonable. Pero su cara seguía siendo de sorpresa, solo que ahora estaba levemente sonrojada. Lo solté y me fui rápidamente al laboratorio. No, no renunciaría. Tal vez me despidiera, pero probablemente me dejaría con vida. Eso era suficiente. ¿Y los golpes? ¡Por eso ibas a renunciar! pensé. 

Pero BlackHat no me volvió a golpear ni a insultar. Incluso era un poco más amable. Nunca mencionó lo ocurrido ese día, pero a veces lo encontré mirándome cuando creía que no lo sabía. Incluso me sorprendí al descubrir que yo hacía lo mismo. Y eso, eso es el porque no renuncié, ni renunciare jamas.  

¿Por qué? - Paperhat (DrFlugxBlackHat)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora