Del inconveniente del amor

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Tienen algo misterioso las estaciones de trenes. Pienso en Europa y no me acuerdo del Big Ben, la torre Eiffel, el castillo de Praga o el muro de Berlín. Pienso en Europa y pienso en sus estaciones de trenes y subtes. Y digo Europa porque en Argentina subtes solo hay en Buenos Aires y los trenes funcionan cada tanto.
Son temerosas esas estaciones no sé si existe algún lugar donde cruces a más personas totalmente desconocidas en los ínfimos minutos que pasas ahí. A muchos no se les mueve ni un pelo y a mí, en cambio, me dan miedo tantas caras, tantos relatos. Quiero inventar en mi cabeza los de cada uno, pero son demasiados y pasan muy rápido con el tiempo comiéndoles los talones como al conejo de Alicia. No se fijan en los demás, nadie se fija. ¿Y si te dijera que ahí se encuentra el amor de tu vida? ¿Dejarías de correr para llegar puntual al trabajo?
Es muy raro el amor. Nos moviliza por dentro pero nos detiene por fuera. Creo que cuando estás enamorado los detalles de repente se vuelven más importantes y de la nada la vida es más linda, perhaps it's just me. Pero ¿qué es el amor? ¿Por qué dejaríamos de lado el reloj por una persona? Capaz alguno me dice que no frenaría, pero no le creo. ¿No te daría curiosidad? Y si seguís adelante, ¿no te carcomerías la cabeza por el resto del día sabiendo que estuviste al lado del amor de tu vida?

¿Y si el amor de tu vida sos vos?

Porque ¿no es el amor en realidad la búsqueda de mis carencias, mis necesidades en el otro? ¿No tenemos todos una lista en nuestras mentes de cómo sería esa pareja ideal?
-Sincera
-Rubio
-Ojos verdes
-Linda sonrisa
-Alto
-Fiel
¿No buscamos inconscientemente lo que nosotros queremos? Nos ponemos condiciones para amar
Obviamente, el candidato que más se acerque a cumplir todas esas condiciones no te da pelota
Pero las personas son más que eso. Una persona no es fiel, amable, ojos claros. Una persona es todas las cosas y personas y dolores que la volvieron así, más ella, más real, más persona.
No aceptamos que lo que buscamos en el otro es lo que nos falta o lo que nos faltó en relaciones pasadas o lo que vimos que faltó en la relación de otro. Entonces el amor no tiene nada que ver con el otro, tiene que ver con uno mismo.
"No hacemos otra cosa en el amor que priorizarnos a nosotros mismos" pero no esta mal porque si nuestro amor fuera en realidad al otro en toda su otredad nos dejamos a su merced. Se produce una total expropiación del yo donde nuestra libertad se pierde y dependo completamente de las decisiones del otro. ¿Para qué amo entonces? Si hablamos en términos de utilidad, la verdad, es mejor no enamorarse. Darse a otro tiene que ser mega doloroso. Sin embargo, como en los trenes, hay algo de fascinante, de temeroso en el amor. Lo inesperado, supongo. La compañía, podría ser. Siendo así, vuelvo a lo mismo, buscamos amor "para que me acompañe" "para que me complete" ¿no sos un egoísta de primera clase? valija incluida
Nos empeñamos en amar. De algún modo es como si nos enseñaran que ese es el propósito de nuestras vidas. Cuántas veces habré escuchado «cuando encontres el amor verdadero todo lo que estás pasando ahora va a cobrar sentido». Nos lo tragamos como a las novelas de Cris Morena, nos encanta inventarle sentido al sin-sentido. Es todo azar y eso nos paraliza. Es azar desde el principio, desde el simple hecho de que somos nada más y nada menos que un espermatozoide que logró llegar al ovulo. No nos alcanza, tenemos que convertir la existencia en algo. Es tan insoportable la casualidad que nos creamos historias, religiones, almas gemelas, medias naranjas, príncipes azules, destino, propósito. Ya me lo contaron:
"-Si Dios no existe, ¿quién hizo el mundo?
-Tonto, al mundo lo hicimos nosotros, los albañiles." Sí, y a Dios también lo hicimos nosotros.
Y al amor.
Y a los trenes.
Y a las historias.

"Me ilumino de inmensidad"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora