Alice, ella es un peligro

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El día comienza con la usual sensación de vacío, con la sensación ya normalizada de que nada tiene sentido, con el doloroso blanco y negro, no espero nada de este día, y se que nada me dará. Siento como mi estómago gruñe, y solo recién noto que hace dos días que no como nada realmente, decido que sería una molestia desmallarme, no por el hecho que debería preocuparme mi salud sino porque si alguien lo ve causaría molestias a tía molly y eso no estaría bien. Me doy una ducha y cuando termino de vestirme ya son las 8 de la mañana, el tiempo pasa muy lento como si mi reloj interno se hubiese roto pero como todos los días me recuerdo que lo merezco, continuo divagando mientras cojo una mochila con algunos cuaderno y bajo al primer piso, el comedor esta en esta planta, me dirijo a comprar algo no lo suficiente llenador, pero que me dará fuerzas para seguir en pie hoy. Las miradas siguen atravesándome con un filo constante, intento no darles importancia, pero supongo que haber evitado casi todo contacto humano me a hecho algo sensible a él, salgo de este lugar mentalizándome en no pasar mucho tiempo aquí. Noto que el día esta nublado, es una ironía que se vea como un reflejo de mi alma, continuo avanzando por los senderos de este lugar hasta que encuentro un lugar lo suficiente lejos de todo el mundo, veo una banca y me siento allí, intento comer lo mejor que puedo, ya me eh acostumbrado a no comer , y comer con lentitud para no terminar provocando que mi cuerpo lo rechace... esto no está bien, pero lo acepto, sé que me estoy destruyendo a voluntad, pero no hay nada ni nadie que me pueda salvar, y no es como que sienta que esto vaya a parar, pienso mientras me recuesto en la banca colocándome unos audífonos, hare hora aquí, y cuando llegue la hora iré a mi primera clase, deseando completamente que no me obliguen a presentarme, cosa que sé que pasara... y pasa

-alex? – dice el primer profesor del día, lo demás miran expectantes, algo curiosos, otros miran como depredadores.- te podrías presentar, todos excepto tú se conocen, llevo con esta clase desde su primer año y todos quisiéramos saber un poco de ti- dice el con una voz amable, que no me dudas de que habla en serio, no sé cómo reaccionar

-eh, bueno no sé qué decir realmente, no hay nada que les pueda contar de mi- tengo una sensación desagradable, como si lo poco que acabo de comer fuera a salir, intento respirar calmadamente, este lugar no es un peligro me repito en mi cabeza hasta que logro contenerlo, este hombre o no le han informado de mis antecedente o lo está haciendo a propósito...

-bueno, no sé, algo así como de dónde vienes, porque decidiste venir aquí cuando ya es tu último año, o algo así- medito un segundo mi respuesta y elijo la mejor

- decidí venir por motivos personales- cuando alguien responde esto, generalmente no hacen más preguntas, y el en definitiva no las hizo, cuando empezó a hablar de este emocionante año según sus palabras, una chica entro apresurada, se veía ... realmente cuando note su rostro me congele, era la chica de ayer, ante la idea de que compartiría clases con ella me asuste, lo que era .. lo que no debía ser corría peligro, sus ojos eran peligrosos

-Alice, a que se debe tu retraso- ella tomo aire, con una voz cantarina hablo

-tuve un pequeño inconveniente con, eh, un gato?- el resto de la clase rio, y una chica del fondo le hablo a Alice

-esa excusa es algo antigua, no?- dijo mientras reía, el profesor rio con el resto de la clase

-vale, vale, Alice, vete a sentar, lo dejare pasar porque es el primer día de clases, mañana no quiero excusas- sentencio el, con algo de autoridad en la voz, note como ella dirigió la mirada en busca de un lugar para ella. antes de que llegara el profesor había notado que habían cerca de cinco puesto libres, uno a mi lado y los demás cerca de las primeras filar, también me percate que la chica que había hablado tenía un puesto vacío a su lado, así que respire con alivio, si eran amigas, lo más probable es que se sentara con ella, pero no fue así, sentí como Alice me penetraba con la mirada mientras la evadía, para mi mala suerte ella se sentó a mi lado, cosa que de seguro no le gustaría a la otra chica, ella no hablo, yo no dije ni una palabra tampoco, fue una clase muy incómoda, por lo menos para mí, el día continuo con el mismo patrón, en la sala de matemática, inglés, en todas se sentó a mi lado, pero no me dirigió la palabra ni por accidente, no lo entendía, pero intente sacarlo de mi cabeza, no valía la pena torturarme por eso, más bien no debía interactuar con otros, es parte de lo que negare hasta morir, cuando me escape a mi cuarto note que había evitado pensado todo el día en ellos, lo cual me hizo sentir culpable, no lo sentía justo para ellos, lo normal sería querer alejarlo de mi mente, pero no era así, lo que merecía era recordarlos a cada momento, y no estaba cumpliendo con mi auto impuesta maldición, y eso estaba mal en varios sentido, deje que mi mente divagara por un tiempo hasta que el sol comenzó a bajar, decidí salir a la cuidad a comprar unas cuantas cosas, tome mi billetera, y Salí.

Las calles son frías, realmente no había notado lo doloroso que era salir, ver a todas estas personas siendo felices, riendo es algo.. tan torturante, al punto que estoy considerando devolverme, pero lo que tengo que comprar es necesario, ya que realmente no tengo más de dos prendas de ropa conmigo, en el fondo sé que tía molly se aliviara un poco al ver que ocupo el dinero, y que no se sigue acumulando en la cuenta, decido ir a una tienda de ropa, supongo que cuando elijo la ropa es toda igual, unas cuantas camisetas blancas y negras y unos cuantos pantalones, en casa de tía molly habían cosas para asearme por lo que no tuve que preocuparme por comprar algo en ese momento, y la nevera se rellenaba cada mes, cuando ya estoy por acabar con todas las comprar me encuentro agotada tanto físicamente como mental, solo me queda comprar un poco de licor... en estos meses era lo único que me aliviaba en las noches, podía dormir aunque fuera un poco cuando bebía, y no lo justificaba, sé que esta hasta cierto punto mal, pero ya no tenía respeto por mi cuerpo, yo había perdido todo el amor propio, me odiaba.

me dirigí a una botillería, y compre algo de whisky, cuando el vendedor me pregunto por algo más me quede pensando y compre una cajetilla de cigarrillos, hasta el momento no había fumado con frecuencia nunca, recuerdo que en las fiestas fumaba uno que otro cigarrillo pero no más de eso. Decidí descansar en una banca, la cuidad era tan brillante pero podía notar como el frio se colaba en mi interior, lo ignore y prendí un cigarrillo.

Cuando volvía note que algo me seguía, pero lo ignore y acelere el paso

-espera!- me quede congelada, esa voz saltarina no significaba nada bueno, cuando note que pasaba comencé a correr- te digo que esperes!!- dice Alice mientras me coge un brazo y paro

-que quieres?- siento la urgente necesidad de huir mientras siento que mi pies se hunden el suelo

-bueno, yo solo pasaba y te vi llena de bolsas, vivimos justo al lado de la otra, inclusos compartimos el living- así que lo que vi era el living, probablemente de haberlo sabido no hubiera entrado, noto que ella está nerviosa- y además yo iba hacia el mismo lugar y pensé en que podría ayudarte con tus bolsas..

No sé qué decir, me toma por sorpresa, debería decirle que sí, pero en el fondo eso me haría feliz y eso no está bien

-no seas entrometida- lo siento- no necesito la ayuda de una idiota- realmente lo siento, cuando veo su rostro quiero morir, no importa dónde ni cuándo, solo causare daño a los demás, es mejor que mantenga al mundo alejado de mí, es lo más sensato que puedo hacer, alejarlos y alejarlos hasta que esté tan sola que el vacío me cubra por completo. Ella no dice nada, es como si le hubiera echado hielo en la espalda

-no te me vuelvas a acercar- es lo último que le digo mientras comienzo a caminar, cada paso es como un piso de clavos, me arrepiento de haber ocupado esas palabras automáticamente, pero ya no puedo cambiarlo, el pasado es tan, pero tan inflexible...

-¡Y QUE SI SOY UNA IDIOTA, O UNA ENTROMETIDA!, IDIOTA- la escucho gritar, eso me paraliza, y como si de una droga se tratara giro la cabeza hacia ella y veo como me hace una burla con la cara y se va corriendo, pasan minutos antes de que pueda seguir mi camino, y cuando lo hago estoy segura de una cosa;

Nunca había conocido a alguien tan estúpido en mi vida, pero a la vez tan brillante y llena de vida.

#happy

efecto mariposaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora