Capitilo 5: Idiota en la Gran Ciudad(II)

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Ubicación: Centro de Un-dead City

Nombre: Alexander Ribera

Día 3:

A deferencia del, excitante por llamarlo de alguna forma, día anterior, hoy todo es más tranquilo. Fuera está lloviendo sí, pero me gusta. La lluvia siempre me ha parecido tan hermosa. No me evoca tristeza, me hace sentir como una planta que brota en el al lado del camino.

Cada gota que cae en mis hojas me limpia y renueva, aquellas que se filtran a mis raíces, no hacen más que nutrirme. Este frescor me prepara contra todo lo que pueda venir. Para cuando el sol salga estaré preparado para todo.

Puede que sea demasiado, algo ridículo tal vez. Pero el atardecer, la lluvia, el amanecer, la nieve siempre han enamorado al hombre, no sabemos porque, pero siguen haciéndolo.

No puede existir belleza tan natural y artificial al mismo tiempo. La acción del sol de ocultarse nunca tuvo nombre, su madre nunca se lo dio. Por eso la humanidad se lo regaló para su primer cumpleaños, el día que nació, lo hizo como atardecer. Abstracto simplemente, pero tan natural como la vida misma.

La lluvia, juega bajo las mismas reglas. Todo lo que hay, todo lo que existe fue creado por la naturaleza y le dimos un nombre. Todo lo que no tenga uno, no existe, por ello a lo que desconocemos lo apodamos: "eso", "cosa", "aquello".

Los humanos no somos la excepción, nosotros nos pusimos el nombre, podría decirse que también somos abstractos.

Androides me gusta eso, robots humanoides. Seres creados o afectados por los humanos para aprender y cumplir nuestra voluntad.

La diferencia entre un robot y un tostador es la complejidad, la diferencia de un robot y un androide es la capacidad de aprender. Pero al final todos son creados por el hombre.

Podrías decirme: ¿Los humanos son androides?, ¿Porque?, explícame.

Para quien algún día lea esta pregunta por favor respóndala, aunque tal vez no esté vivo para escucharte. En fin, adiós por ahora.

Acabo de terminar una rutina de ejercicios. Luego del incidente del supermercado, me di cuenta de que puedo salir de las cosas con estrategias y suerte, pero sería mejor tener fuerza física para apoyarme. El infectado verde me derribó muy fácil.

Mi baja estatura no me ayuda en términos de pelea física, solo para ser sigiloso. Hasta el enfrentamiento cara a cara con ese chico y con los infectados, tenía la rara sensación de ser algo alto, pero por desgracia es una vil mentira.

-Mierda.- Todas las rutinas que Din me dio son de brazos. Al menos yo considero que son las peores. Condenados brazos de fideo.

Luego de presenciar la lluvia desde el balcón del apartamento... oh cierto, no he escrito lo del apartamento.

Es una suerte haber terminado aquí luego del encuentro con el tipo de la barra de metal. Son muchos apartamentos, algunos mejores que otros, pero con una cama y puertas con seguro yo soy feliz.

Como precaución esta vez tomé cloro del cuarto del conserje y lo vertí en la entrada y pasillo. Los licántropos no podrán invadirme de nuevo, pero por si las dudas he decidido dormir cada día en un cuarto diferente, de pisos aleatorios.

Luego de hacer inventario. 13 latas de conservas, 2 botellas de agua más unos cuantos cubos que puse en la azotea hoy mismo, 5 barras de chicle y una bolsa de golosinas (no me da la gana contarlas), y 2 cajas de cereal que tomé del supermercado cuando corría.

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