Capitulo 6: I found you

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Ubicación: Apartamentos Diamante, Un-dead City.

Nombre: Alexander Rivera.

Día 4:

Este día no ha pasado nada realmente relevante, más allá de ir a la biblioteca para aprender sobre paneles eléctricos, y herramientas así como material para trabajar. También busqué cámaras profesionales y binoculares. Realmente no me sorprende que otros participantes buscaran estas cosas, no hay internet para subir fotos o algo así.

El objetivo de esto es. Primero, lograr hacer un baño con agua caliente. Segundo, espiar y conseguir información sin tener que exponerme, esa pareja me dejó en claro que hay personas muy listas.

Día 5:

Esta vez fui de excursión a la parte oeste de la ciudad, por esa dirección a unas cuadras de la plaza está la Estación de Policía.

Realmente necesito balas. He estado practicando tiro, lejos de mi refugio, claro. Con tal de que no tengo más que dos balas. Sé que no es conveniente disparar, pero en situaciones críticas las necesitaré.

Al llegar a dos calles de la camisería, entre a uno de los edificios. Tras revisar que no hubiera nada peligroso subí a la azotea. Desde allí vigile con los binoculares.

Los alrededores estaban tranquilos. El viento era suave. La camisería parecía vacía, pero tenía un gran detalle. Las puertas estaban tiradas, es lógico pensar que lo primero que asaltarían seria supermercados, farmacias, tiendas de armas y la comisaria.

La verdad es un gran lugar para hacer una base, pero es muy indiscreta. Resalta mucho y otros pensaran igual que yo.

Este día no fue para nada productivo. Además de hincharme a barras y flexiones. Pasé por un gimnasio y tomé algunas cosas. Me duelen los brazos, pero algún día servirá, espero.

Actualidad:

Hoy me levanté planeando ir nuevamente a patrullar. De paso buscar medicamentos varios, no es mala idea acapararlos, podrían servir para negociar.

Obtuve de Din la ubicación de un lugar de contrabando de armas. De seguro nadie lo ha encontrado, no puedes encontrar algo si no sabes dónde buscar. Una ventaja que "Sabiduría" posee.

Ya estoy por llegar, se me ha hecho tarde por evadir infectados. A diferencia del centro, las periferias de la ciudad tienen infectados en abundancia. No recuerdo cuantos desvíos he tomado por evadirlos, diez es un lindo número.

La casa que Din me indico esta frente a mí. De por si el aspecto de este lugar no me da confianza, en su día se nota que habían pandillas. Las casas de un solo piso, con paredes de cemento y pintura descascarada, barrotes en las ventanas y el césped seco y mal podado. No soy racista, pero esto enserio parece un barrio afroamericano de clase baja, incluso hay grafitis.

Sin más, me acerco a la puerta, primero abro el mosquetero de malla verde. La puerta de madera astillada no abre. Era de suponer, por eso traje una palanca, aunque también como arma contundente.

Encajo la barra entre la cerradura y el marco y empujo con todas mi fuerzas. La puerta se rompió en la parte del seguro, dejándome la entrada libre.

Antes de entrar al umbral, golpeo la barra contra el piso unas veces. No tan fuerte como para atraer a infectados de afuera pero si a los de adentro.

El silencio reina y espero unos segundos. Unos gruñidos acompañan a un gris que sale desde la oscura cocina. Espero a que se acerque, este al notarme acelera el paso. Pero al pasar el rango de un metro y medio él es mío.

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