Capitulo 44

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Pov Anastasia

Hace una tarde preciosa en Seattle y nosotros estamos disfrutando de ella en un parqué cerca del Escala. Mientras los niños, Christian y Shaynni corren de un lado para otro, yo los observó desde la sombra que me proporciona un árbol de manzanas. El aire fresco, el sol, la yerba, la paz que transmite este lugar hacen de este lugar uno  de mis lugares favoritos, los niños se sienten libre en este lugar al igual que todos.

- Papiii bajame,- grita Phoebe y el empieza a dar vueltas con ella en sus hombros, se envuelven en una carcajada, Shaynni le ladra para que la baje y así lo hace, luego se van corriendo detrás de Teddy y la perrita lo sigue. Sonrió y me recuesto sobre la manta, cierro los ojos y respiro aire fresco. Unos minutos después siento una leve cosquilla en mi nariz pero hago caso omiso, se que es Christian pero a el se le olvida que mi cuerpo lo reconoce, que mis sentidos lo detectan, la cosquilla sigue descendiendo hasta llegar a mi cuello. Luego siento un beso en mi nariz y luego en mi boca el cual me hace responder, aun con los ojos cerrados sigo su beso y disfruto el sabor a arándano que tanto me gusta en sus labios.

- Uhmmm,- me quejó cuando se separa de mis labios, abro los ojos y lo veo sonreír.

- Pensé que dormías,- yo niego y lo vuelvo a besar, el se recuesta a mi lado y nuestras miradas se vuelven solo una, pone un mechón de pelo detrás de mi oreja y besa mi nariz,- Te gusta este lugar?

- Me encanta,- susurro y cierro los ojos,- Aquí se respira mucha paz,- suspiro profundo y sonrio,- Sabes tengo en mi mente como lo haría para hacerlo perfecto.

- Ah si? Cuentame,- dice con curiosidad, le sonrió y cierro los ojos.

- Seria un lugar grande con arboles frutales, con columpios, una pequeña alberca que parezca natural, que haya flores de muchos colores. Le pondría un lago para observar la puesta del sol sobre el agua todos los días y dejaría las ventanas de la habitación abierta pero que el aire fresco nos acompañe,- sonrió de solo imaginarlo y un suspiro de su parte me hace abrir los ojos, su mirada tiene un brillo especial,- Lo imaginaste?

- Si y te confieso que me encanto.

- Eso es lo bueno de amarte Christian, que no solo me miras a los ojos sino que miras en la misma dirección que yo.

- Recuerda Anastasia que mis hijos y tu son mi vida, y mi vida la vivo por ustedes...

El dia mas esperado por los dos llego, la cita con la doctora para saber como esta nuestro angelito, estamos muy ansiosos y emocionados por saber todo de el. Después de un extenso interrogatorio por parte de la doctora Greene, de medir mi presión arterial y tomar muestras de mi sangre para mandarlas al laboratorio, la doctora deja el bolígrafo sobre la carpeta en su escritorio, nos ve y sonríe.

- Vamos hacerle una ecografía Señora Grey,- me informa,- Ya sabe lo que tiene que hacer,- asiento y me pongo de pie para ir detrás de la cortina, cambiar mi vestido y ropa interior por una bata con la abertura delante. Segundos después Christian entra detrás de mi y me ayuda a subir a la camilla, su mirada me quema mientras recorre mi cuerpo y yo niego.- Esto no es nada sexy,-  susurro para que solo el me escuche. Aunque es mas que obvio.

- Hasta un sacó sobre ti hace que te veas bien y apetecible,- besa mi frente con ternura,- Como dicen, no es la prenda, es la percha.- sonrio y me acuesto en la camilla, el se sienta a mi lado en una silla y entrelaza nuestras manos. Casi de inmediato la doctora se nos une y toma asiento frente a mi, enciende la pantalla, luego toma un aparato delgado y le pone un preservativo, escuchó a Christian bufar y me imagino lo que esta pasando por su mente en estos momentos.

La doctora lo mira por encima de sus lentes de manera graciosa y tengo que voltear la cara para no reir ante la interacción de sus miradas. La veo aplicarle un gel y lo introduce despacio en mi, miro a Christian y su mirada esta fija en la pantalla la cual empieza a cobrar vida de a poco, todo es en blanco y negro pero se aprecian unas sombras, el  besa mi mano mientras la doctora toma algunas medidas.

Te Quiero De VueltaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora