Nosotros Para Después [larry - elounor] //EN PAUSA//

16- Errores Borrachos

La emoción de Louis era imposible de ocultar. La besó en los labios repetidamente antes de siquiera poder decir una palabra, cada vez profundizando el beso un poco más, en un intento de demostrarle lo mucho que sentía por ella. La reacción de él a ella le causó un poco de gracia e hizo que recuerde la habilidad que tenía Louis de hacerla enamorarse cada segundo un poco más.

Era imposible volver de Louis, de sus abrazos, de la forma en la que el constantemente arreglaba su pelo, la forma en la que movía sus manos cuando hablaba, el inolvidable tono de su voz, las arrugas en su cara cuando reía. La simpática manera que tenía de mover la cabeza para sacudir el pelo que le tapaba la frente, su sonrisa contagiosa y su necesidad de alegrar a todo el mundo. La forma en la que sus ojos eran incapaces de mentir, Louis parecía tan duro pero si lo mirabas a los ojos, podías ver cuan sensible en realidad era. No habían silencios incomodos cuando ellos estaban juntos. Eleanor amaba la forma en la que él la hacía sentir, como si fuese la persona más importante del mundo, como si nada ni nadie pudieran lastimarla jamás.

“Pero darle esa clase de poder a alguien era algo peligroso. Si una persona era capaz de hacerte sentir tan protegida, no sería capaz también de lastimarte más que nadie?” ese era el pensamiento y la pregunta que Eleanor siempre se hizo cuando pensaba sobre el amor. Pero con Louis, no le importaba, no se lo preguntaba porque, por primera vez, había decidido apostar todo lo que tenía. Pensaba que no había manera de que pudiera salir mal. ¿Estaba equivocada?

Volvieron a entrar a la sala, en completo silencio. Eleanor caminó hacia la mesa y tomó un largo trago de su copa de vino, mientras Louis caminaba alrededor del living, golpeando sus puños contra sus propias manos, se lo veía muy nervioso. Sus ojos se cruzaron y volvieron a sonreírse. Eleanor se sentó en el sofá y Louis la siguió. A ella le causó gracia ver lo nervioso que parecía Louis.

-No es la primera vez que vamos a empezar esto –le dijo, mordiéndose los labios con una hermosa sonrisa.

-Pero es la primera vez que lo vamos a terminar –le respondió él con un tono seductivo.

Fue todo lo que necesitaba para acercarse a ella, se movió lentamente, deslizándose por el sofá y la envolvió entre sus brazos. La miró a los ojos y tomó su rostro, acariciando su mejilla con su dedo pulgar. Ella suspiró ante la cercanía, el aire empezaba a faltarle. Louis tenía razón, el hecho de que aquella vez iban a llegar a fondo, cambiaba todo. Era distinto, ella estaba un poco asustada y él también pero estaban decididos a intentarlo.

Louis lentamente se acercó a sus labios, empezó a besarla dulcemente, disfrutando del efecto que causaba en ella. Ella cerró los ojos y se entregó completamente al beso. Ambos con ganas de perderse y rendirse ante sus propios instintos. Se miraron a los ojos y volvieron a conectar su labios de una manera distinta. La cosa se volvió mas intensa al poco tiempo, el beso era apasionado y lleno de ganas. El, lentamente, la empujó hacia el sofá, recostándola lo suficiente como para poder acostarse encima de ella, sin desconectar aquel beso que ambos estaban disfrutando tanto. Ella movió la cabeza como para poder tomar un poco de aire y volvieron a mirarse a los ojos.

Sin dejar de observarse, sin sonrisas dulces ni caricias tiernas, esta vez era totalmente distinto. En sus ojos había deseo, había pasión e incontrolables ganas de sentirse mas unidos que nunca. Louis lentamente empezó a mover sus manos alrededor de la cintura de Eleanor. Ella se mordió los labios, intentando frenar el gemido de placer que le causaba sentirlo tan cerca. Tímidamente, Louis metió sus manos dentro de su camisa, sintiendo la suave piel de sus espalda que lo volvió loco al segundo. Ella no podía ocultar el placer que sentía, nunca jamás nadie la había tocado de esa manera. Tan suave y gentil pero a la vez tan posesivo y audaz. Louis era todo lo que ella jamás soñó y mucho más.