Nosotros Para Después [larry - elounor] //EN PAUSA//

9- Es Tiempo de Eleanor

Luego de varios intentos, Niall finalmente logró escapar de la chica que estuvo besándolo sin parar por más de media hora. Era hermosa y el la estaba pasando muy bien pero la preocupación de no saber dónde estaban sus amigos no le permitía concentrarse totalmente. Caminó unos pasos y los vio, Louis y Eleanor. –Definitivamente no me esperaba esto –se dijo a sí mismo y empezó a preocuparse por Harry.

Buscó desesperadamente por un rato cuando al fin vio a Harry salir muy apurado, intentó apresurarse para atajarlo pero la cantidad de gente a su alrededor no le dejó moverse como hubiera querido. Cuando al fin salió del boliche, su amigo ya estaba casi a una cuadra de distancia, lo vio corriendo desesperadamente como si estuviese escapando de alguien o algo. Una cuadra más lejos, Harry finalmente se detuvo.

-Déjame en paz, Niall –le dijo enojado.

-¿Qué pasa? ¿Por qué estás corriendo?

-¿Qué te importa? Déjame solo, por favor.

-Tranquilo, ¿cual es el problema? ¿Que pasó?

-Nada pasó, por favor, necesito estar solo. Estoy bien, te lo prometo –le suplicó tratando de evitar el contacto visual.

-¿Estás seguro? Podemos ir a mi casa y mirar una película, ¿tienes ganas? –Niall no quería dejarlo solo.

-No, estoy bien. Créeme, solo necesito caminar un poco y luego ir a casa a descansar –le respondió dándole un frio abrazo y se alejó.

La situación entre Louis y Eleanor se estaba volviendo más intensa con el pasar de los minutos. El besaba su cuello, dejando pequeñas marcas en su blanca piel. Eleanor no podía evitar los sonidos de placer escapando de su boca, Louis era fuerte y masculino pero a la vez, muy delicado y dulce. Ella estaba convencida de que jamás había estado con un hombre que la haga sentir de esa manera. Estaba sorprendida consigo misma, la mayoría de las veces era tímida y un poco lenta cuando se trataba de besos pero esta vez se sentía libre y disfrutaba cada segundo de lo que estaba ocurriendo.

Mientras el chico seguía besando su cuello, ella volteó para darse cuenta de que ya se encontraban en el departamento de él. Luego de algunos intentos, Louis finalmente encontró su punto sensible, ella sintió el cosquilleo y se rió un poco. Louis se apartó para mirarla a los ojos, la increíble sensación de esos ojos azules mirándola la dejó paralizada por unos instantes. No pudo evitar empujarlo de nuevo hacia ella para seguir besándolo apasionadamente. Sintió sus manos descender lentamente por su espalda, se detuvo en su cintura y volvió a mirarla, como pidiendo permiso para continuar sintiéndola con su tacto. Ella asintió tímidamente y el puso sus manos en sus piernas, levantándole el vestido lentamente, sin dejar de mirarla a los ojos. Volvió a besarla cuando rápidamente metió su mano derecha debajo de su ropa, al fin logró sentir su tibia y suave piel.

Ambos perdieron la compostura ante esta nueva sensación, Louis le mordió el labio inferior seductivamente y ella se dejó caer por completo en el sofá, rendida antes sus efectivos movimientos. El sintió la necesidad de besar cada centímetro de su cuerpo, recorrió todo el camino desde su cuello hasta sus brazos, dejando húmedos besos para marcar su paso. Volvió a mirarla a los ojos, era momento de ir al cuarto.

Fue justo ahí cuando Eleanor saltó asustada para detenerlo, al fin siendo capaz de entender lo que estaba pasando. El chico no entendió su inesperada reacción y pudo observar en su rostro como intentaba entender dónde estaban.

-Perdón, no era mi intención hacerte sentir incomoda –le dijo preocupado.

-Está bien, no te preocupes –le respondió ella con una falsa sonrisa, parecía muy tensa.

-Ey, relájate, está todo bien –intentó tranquilizarla con un tierno beso en la mejilla.

-Estoy bien, de verdad –sonaba poco convincente.