Facebook no es para el amor.

Juan y Natalia.

Facebook no es para el amor. Parte 2.1: Juan y Natalia.
Eran la pareja del año, casados y a punto de irse a vivir juntos. Juan y Natalia, se casaron hace cinco meses, ella esta a punto de vivir el peor día de su vida.
Llega Juan del trabajo, ella lo esperaba sentada y con el celular dándole vueltas en la mesa, él la miro y solo había silencio, ese silencio femenino que hasta al diablo le da miedo. Mi amor, qué pasa, preguntó Juan. Mira hijo de puta, le contesto ella furiosa y le tira el teléfono. Un mensaje en el facebook de Juan, una mujer le confiesa que esta embarazada de él, era su compañera de trabajo. Esto no es lo que parece, le dijo Juan con lágrimas de cocodrilo. Y qué es Juan, le pregunta Natalia. Debe ser una joda, no pasa nada amor, la consuela falsamente. Decime la verdad, le pide por favor Nati. Tengo que irme, voy a solucionar esto y vuelvo, le dijo y se fue en su auto.
Se fue por varios días, pero venia todos los días en las noches, pasaba y se llevaba varias prendas de vestir, aunque Nati gritará por explicaciones él nunca las daba. Un domingo él volvió y contó la verdad, iba a ser padre, llorando dijo que estaba arrepentido pero que se haría cargo mientras siguieran juntos. Nati le pregunto si era joda, o si le estaba tomando el pelo, le grito en la cara que para qué mierda se había casado si la iba a cagar peor de lo que podía. Pedía perdón Juan y solamente lloraba. Qué pasa, se mete Gladis la mamá de Natalia. Este pelotudo, se fue a coger a su compañera sin forro y ahora le esta metiendo los dedos en el orto para separarnos, le grita Natalia. Qué hiciste Juan, le pregunta Marcos el padre de Nati. No es así Marcos, lo voy a solucionar, sólo pido un tiempo, arreglo todo y vuelvo, le responde Juan. Decile algo vos boludo, le dice Gladis señalando a Marcos. Qué queres que le diga, ya la cago pero lo quiere arreglar, le contesta Marcos. Podes irte ya mismo Juan, le dijo Nati.
Él se fue con la cabeza agachada, volvió un mes después contando la parte final de la historia, ahora veamos el principio de todo.
Juan había terminado su carrera de militar, su sueño era ser policía federal de la provincia de Buenos Aires, pero no lo consiguió tan fácil como lo pensaba. Una noche estaba en su netbook navegando en facebook y vio el perfil de Natalia Schelatto, le envió la solicitud y al instante ella lo acepto, pero a sí misma se preguntaba quién es este Juan Rojas. El dio el primer paso y espero que ella diera el siguiente, lo consigue luego de varios días ella le envió un mensaje preguntándole si la conocía. Él le dijo que no, pero que vivía cerca de ella. Y cómo sabes, preguntó intrigada Natalia. Tenes tu dirección en la información de tu perfil, le dijo Juan. Ah,  veo que ya me investigaste, le dijo sonriendo. Y quién no se tomaría el tiempo en averiguar sobre alguien tan hermosa, le respondió él. Que lancero que sos, le dijo riéndose. Hablamos luego, tengo que dormir porque mañana tengo que ir a San justo a ver a una psicóloga, le contó Juan. Y para qué una psicóloga, pregunto ella. Por un trabajo, le respondió. Yo también tengo que ir mañana a San justo, nos vemos, le propone Nati. Esta bien, a las 11:00 ya debo estar desocupado, en dónde nos vemos, le pregunta él. En la cafetería Lord de la calle Alma fuerte, le indica ella. Dale, nos vemos entonces.
Juan llega a San justo para ver a la psicóloga, había mucha fila, era para rendir un examen para entrar a la policía federal, en la fila había una mujer detrás de él, que accidentalmente se le callo una carpeta y él se la levanta, se miraron y se gustaron, hablaron un rato, intercambiaron sus perfiles de facebook, ingresan a rendir el examen, no duro más de treinta minutos, salieron y se saludaron gentilmente. Se dirigió a la cafetería en donde ya aguardaba Natalia, tenia un vestido largo de color negro, él estaba muy elegante de traje negro. Se sentaron en una mesa que daba justo a la ventana, charlaron un poco, tomaron un café con medialunas y se fueron. No te llevo a mi casa porque de seguro estará mi papá, le dijo Natalia tomando un color rojizo en su piel. Esta bien, en la mía debe estar mi mamá, dijo bromeando Juan. Se bajo del colectivo Juan primero, un poco antes de que bajara ella.