Una niña caprichosa jala el brazo de su madre mientras hace un terrible berrinche en medio de la calle, a lado de una gran avenida en un solitario día de lluvia, la madre lucha por arrastrar a la niña y mojarse lo menos posible además de el paraguas lleva unas cuantas bolsas de mandado.
La niña ya estaba completamente mojada y roja por el tremendo coraje, ni siquiera ella sabía exactamente lo que quería pero lo quería y no se rendiría hasta tenerlo, las ojeras de la madre su delgado cuerpo y las manos rugosas y maltratadas lo decían todo, ella no descansaba por hacerla feliz por lo que le era muy difícil negarse a cualquiera petición, pero el reloj casi marcaban las seis y su esposo no demoraba en llegar faltaban solo dos horas y la cena aún no estaba lista.
Llegan a la recepción de esos lujosos departamentos se paran frente a la dorada puerta de un lujoso ascensor la ropa de ambas gotea y al son de sus ropas el paraguas también desprende su humedad al frío y alfombrado piso, son casi dos minutos los que demora en subir al décimo piso y la niña no paraba sus berridos, la mujer trataba de ignorarla mientras maquilaba su plan en cuanto abriera aquella puerta de caoba.
En cuanto estaban frente a la puerta la madre introduce la llave en el cerrojo una vez abierta la puerta una pequeña mancha color crema con motitas negras corrió apresurada al interior no estaba segura de que o quien era pero su prioridad en aquel momento era bañar a la niña para que no atrapara un resfriado, después ella tomaría una ducha rápida prepararía la cena y finalmente resolvería el problema de aquel misterioso intruso.
Se dirige a la ducha apresurada deja su paraguas recargado en una pared cercana a la habitación del baño, entra abre el agua caliente la templa desviste a la niña y la pone bajo el cálido chorro, el berrinche de la niña cede y comienza a enjabonarla algo apresurada y con cierta brusquedad, la niña reclama y la madre le sonríe amablemente, el pequeño intruso decide entrar al cuarto de baño está muy sucio, algo temeroso con su patita jala la falda de aquella elegante y empapada mujer toma una toalla envuelve a la niña y ella sale corriendo a su habitación —ten cuidado Lucero —le recomienda la madre mientras toma al gato, el cual la observa juguetón al parecer es hembra una muy linda, embadurna shapoo, aquella criaturita se inquieta pero no ataca, la mujer al ver tanta inocencia suelta una pequeña risita y procede a tallar y enjuagar a aquella intrusa que se convertirá en una parte importante de la familia.
La mujer se da una rápida ducha se pone una pijama un delantal y apresuradamente prepara la cena.
No pasan más de quince minutos hasta que llega su marido malhumorado, bota el saco en el sofá con cierta violencia, su esposa comprensiva lo jala al comedor le pone algo de agua a entibiar, debajo de una mesita saca una tina pequeña vierte el líquido y lo acerca a los pies de su marido.
La cena transcurre en silencio, aquella mujer llamada Áster por la flor que representa elegancia amor y delicadeza empezaba a cansarse de aquella rutinaria vida, siempre le dijeron que antepusiera a los suyos, le inculcaron
obediencia y abnegación ante el hombre, le obligaron a ser pulcra respetuosa y "perfecta" lo cual muchas veces le frustraba por no conseguir todo lo que enorgullece a sus padres y antepasados, muchas veces se preguntaba <<¿que más puedo hacer si esto es lo que me obligan a hacer?>> recostada en la cama ve pasar a la gatita se sube a la cama y se recuesta en sus doloridas piernas <<su calor es tan reconfortante>> decía para sus adentros, al ver esa inocente criatura dormir plácidamente, sin preocupaciones empieza a envidiar esa calmada vida que aquella hermosa criatura acababa de obtener.
ESTÁS LEYENDO
Desde la vista de un gato
Short Story¿Realmente cual es tu deseo? ¿cual es la diferencia entre un humano y un animal? ¿Es posible cambiar?