Desde la vista de un gato

El primero pero no el ultimo

Es fin de semana la niña está jugando con el gato en la sala de estar, el marido llega de un "importante reunión de trabajo" deja sobre la barra de la cocina un sobre amarillo — transferí a la niña de instituto desde el lunes comenzará a asistir aquí — señala el sobre se quita la corbata y se encierra en la habitación matrimonial la niña se acerca a su madre con el gato en brazos ambas la observan confundidas, la mujer revisa los papeles es una escuela extranjera la mujer camina enfurecida a la habitación, abre violentamente, Etaireía se asoma con precaución al interior de la habitación —¡¿porque quieres mandar a la niña tan lejos así de pronto?! — es una escuela cara ya pague la colegiatura, le hará bien conocer otros lugares quiero que sea mínimo bilingüe, no aceptaré menos de mi hija — el hombre se estaba cambiando la camisa — ¿quien la cuidara? — el hombre voltea molesto —¿no sabes leer? ¡Es un internado! — la mujer sale de la habitación y llama a su suegra tiene la esperanza de conseguir ayuda
La mujer marca un número en el teléfono fijo y a los tres Toños la voz de una mujer de aproximadamente unos sesenta años responde — Diga — era una voz seca y severa.—¡Aida! — Áster exclama a punto de romper en lágrimas — ¿Eres tu niña? ¿Y ahora que quieres? ¿Es acaso que no puedes con la vida marital? Y te haces llamar mujer  — Aida le reclama desde el otro lado de la bocina, al mujer segura Yam déspota y arrogante como siempre pero era la última oportunidad que esa desdichada mujer tenía para no perder a su hija — Ayúdeme por favor, su hijo quiere mandar a la niña a un internado en el extranjero, puedo soportar que tenga amantes pero no que me quite a mi niña — la voz de que la ama de casa sonaba claramente desesperada — hay niña no puedes hacer nada por tu cuenta, llego a tu casa en veinte minutos, más te vale que no me hagas perder el tiempo otra vez — la mujer cuelga el teléfono y solo queda aquel sonido repetitivo
Ella no siente que no puede hacer nada por si misma ¿en que momento la Aster humana había olvidado que ella también era una persona? ¿Como cambió tanto? Por primera vez se dio cuenta que ella ya no tenía poder en aquella relación, ella pudo ver que era la única que seguía intentándolo, su marido no era el hombre del que alguna vez se enamoró él estaba sentado en el sofá indiferente ante la clara desesperación de su mujer pero ella tampoco era exactamente inocente, todo el caos al que se estaba enfrentando, que le estuviesen apunto de arrebatar su razón de ser era hasta cierto punto porque la Aster humana agachó la cabeza una y otra vez solo viendo la situación en otro plano pudo verlo "no sedas, no lo hagas otra vez, basta de negociar con amabilidad ¿ño vez que él lo confunde con un suplicio? El solo se engrandece cada que tu bajas la cabeza y tratas de ofrecer algo antes de pedirlo que quieres ¡date cuenta! Tu suegra no vendrá a ayudarte ella ella siempre te desprecio" Etaireia trataba de hacerle ver a Aster lo que no quería ver pero solo se escuchaban maullidos desesperados.
— ¡Calla de una vez a esa maldita cosa!—aquel hombre se levanta del sofá toma bruscamente a la gatita y la arroja dentro de una habitación
—¡No dejare que nuestra hija se valla a otro país solo tiene ocho años, ella no te causa ningún inconveniente y es tu propia sangre cuan más asqueroso puedes llegar a ser por esa mujerzuela!— se podía escuchar los gritos desde la habitación en la que estaban encerradas la niña y el gato —¡ambos son asquerosos y tu no eres más que un poco hombre ! —repentinamente se escucha un ruido seco seguido por un retumbar
—¡todo es culpa tuya no eres más que un remedo de despojo solo sigo contigo por mi reputación y si no quieres que vuelva a pegarte deja de hacer una maldita escena! Y a ella ni la vuelvas a mencionar porque es mucho más de todo lo que llegaste o llegarás a ser.
El sonido sordo de una puerta al ser azotada da paso a un sollozo que sin éxito intenta ser reprimido dentro de la habitación también fluyeron lágrimas de una pequeña que no lograba entender todo lo que sucedía y sin el consuelo de nadie solo le queda abrasarse a sí misma ignorando la presencia de aquel animal que sin éxito intentaba animarla