Termino de aplicar una capa de gloss sobre mis labios para después tomar mis cosas y dirigirme hacia la salida de mi habitación. Bajo las escaleras con cuidado consiguiendo frente a mí a Connor. Sonrío maliciosa, adelanto un poco mis paso y luego me lanzo sobre él para que me cargue en espalda.
—¡Eli!
—¡Vamos, Connor!
—Estás muy gorda—se queja él y me ofendo. ¡Vamos! He bajado unas cuantas libras en estos últimos meses.
—Yo no estoy gorda.
—Claro que sí—Termina de bajar las escaleras acercándose rápidamente al sofá para aventarme a él.
—¡Connor! No eres nada delicado, no entiendo como Daisy te soporta.
—Porque ella me ama—responde con una sonrisa—, igual que tú.
—Yo te amo hermanito, pero no te soporto. Soportar y amar están en estándares diferentes.
—Uhm tal vez—analiza él. Connor empieza a fruncir el ceño, me mira atentamente y eso me empieza a incomodar—. ¿Te maquillaste?
—Solo es un poco de brillo en los labios.
—Tú no eres de ponerte un poco de brillo en los labios—Hace unas comillas con sus dedos—. ¿Y ese pantalón?
—¿Qué pasa con mi pantalón?
—Es muy ajustado.
—Connor, ¿me estás hablando en serio?—lo miro incrédula, él solo se encoge de hombros.
—Solo espero que estés bonita porque te levantaste con buen ánimo y no porque tengas una cita.
—¡Yo siempre estoy bonita!
—Ajá.
Mis ojos se abren como platos notando la indiferencia de mi hermanito, no puedo creer que Connor sea así. En fin, niego con la cabeza y me acomodo en el sofá, miro el reloj de mi celular el cual me indica que son las siete de la mañana, no empiezo mis clases hasta las nueve, pero me levanté temprano solo por Tyler y parece que el chico es muy puntual. Efectivamente, unos minutos después el particular sonido del timbre retumba por las paredes de la sala, suspiro preparándome mentalmente para otro encuentro con Tyler. Me levanto del sofá tomando mis cosas y camino hasta la puerta principal, tomo un respiro profundo para después abrirla.
Tyler tiene sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón vaquero y una camiseta blanca cubre su torso, su pelo está en punta con un poco de gomina. Tengo que admitirlo, se ve caliente.
—Buenos días, Margabeth.
—¿No vas a parar de llamarme de esa manera, verdad?
—Ya hablamos sobre esto, Margabeth—acentúa el sobrenombre provocándome.
—Eres un grano en el trasero.
—Pro soy un grano en el trasero que te hará delirar.
—¿Eso es bueno a malo?—pregunto entre risas, él se encoge de hombros.
—Uhm, eso lo tendrás que averiguar.
Bien, tuve que reescribir el capítulo porque, ¿adivinen qué? Mi computadora murió y ni siquiera había guardado el documento xD Pero aquí está, no está tan bueno como el primero peeeero quedó similar.
Ahora, mañana no podré actualizar por motivos personales (Tengo party en casa de una amiga okno) pero volveré prontito.
Eeeenn fiiin, capítulo dedicado a (otra vez al azar)... ¡Ale!
Nos leemos pronto <3
ESTÁS LEYENDO
Abre tus páginas para mí | Los Intocables #6
Historia CortaNo es necesario haber leído los libros anteriores para entender #ATPPM, pero lo recomiendo para que disfrutes más de la lectura y conozcas a nuestros chicos. He perdido mucho, he ganado poco. Esa es una frase que me caracteriza totalmente. Cuando ha...