Reflexión 1: Las promesas de Dios

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Cita bíblica: Josué 1; 6-7

"Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas."

En ésta palabra se puede reflejar que Dios iba a entregarle la tierra prometida a el pueblo de Israel mediante en líder Josué.

Si leemos desde el principio de la Biblia, en Génesis, encontraremos que Jehová le prometió a Abraham que iba a entregarle la tierra prometida. Esa fue una promesa de Dios.

Si Dios prometió a Abraham que iba a entregarle la tierra prometida y a Josué y el pueblo de Israel le entregó Jehová. ¿Cuánto tiempo habrá pasado? Siglos y siglos. Vemos cuanto tardó esa promesa en cumplirse.

A veces pensamos y decimos que Dios no puede o no va a cumplir las promesas. Que son demasiados irreales que no lo logrará pero no. Cuál fuere el tiempo de espera, como en esta promesa que tardó tiempo en cumplirse, Dios cumplirá esa promesa que te prometió. No importa lo que suceda o lo que digan, Dios lo cumplirá.

Cuando Jehová habla a Josué le dice aquellas palabras que muchas veces es difícil de ser; "Esfuerzate y sé muy valiente...".

¿A cuántos nos cuesta ser valientes y esforzados? A todos.

Jehová habló esto a Josué porque Dios sabía lo que vendría. Siempre en una promesa vendrán problemas, luchas, dificultades, tormentas y muchas cosas más. Pero cuanto más sea tu lucha aún más será la magnitud de tu victoria. A pesar de lo que tengas que enfrentar para cumplir la promesa.

Cuando estés en una batalla, y te haya costado tanto en ganar. Cuando estés al frente, te des vuelta y veas todo lo que se encuentra delante tuyo dirás que valió la pena. Vale la pena luchar por lo que uno quiere.

Por eso Dios te manda a que seas valiente y que te esfuerces. A que no importa lo que tenga que venir que no decaigas y que sigas delante que tu victoria, a su debido tiempo, llegará.

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