Había pasado mes y medio desde la ultima vez que Rachel había visto a Daniel. Luego de la invitación por su cumpleaños y de hacer el amor, ella creía que iban a ser mas unidos pero él no la había llamado ni tampoco vuelto al food truck, era como si se lo hubiese tragado la tierra.
Lo peor de todo no era la ausencia de Daniel, la situación se complicaba debido a que quince días después de haber intimado con él, su periodo debía haber llegado pero hasta el momento tenía un mes de retraso y como su menstruación era regular, una semana atrás se había echo una prueba de farmacia la cual dio un resultado positivo.
Lo que estaba viviendo solo lo sabia Cinthia, aunque no era una adolescente no quería decepcionar a su madre, ella soñaba con verla casada y respaldada por su esposo, no deseaba que su hija mayor tuviese que llevar el peso de la crianza sola así como por la muerte del padre de Rachel le había tocado a ella.
Por esa razón la pelirroja se había convertido en su cómplice. Con ella había ido a la dirección de la casa y trabajo de Daniel que resultaron ser falsas y ni hablar del número telefónico que éste le había suministrado y el cual estaba fuera de servicio. No se imaginaba que podría haber pasado, su mente se negaba a aceptar que Daniel la hubiese utilizado, para ella debía existir alguna razón que justificara su ausencia.
Estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no se percató de la llegada de Cinthia y solo espabiló cuando ésta tiró una revista de chismes sobre el mesón de la cocina del carro de comidas.
- Daniel Monagan una mierda! - gritó Cinthia tan alto que varios clientes voltearon hacia donde ellas se encontraban - mira en la página 27 y ahí verás a tu querido Dan.
Mientras Rachel abría la publicación para leer lo que su amiga decía, Cinthia continuó con su diatriba.
- El muy cabrón no es ningún ejecutivo de medio pelo, su apellido es Anderson, un multimillonario heredero de una de las fortunas mas grandes de este país - vociferaba la pelirroja - el hijo de puta está acostumbrado a salir con modelos y mujeres de la alta sociedad, ahí está con Tifanny Lorenz, una socialite multimillonaria como él, hija de un reconocido banquero y al parecer va en serio con ella, creo que te timaron amiga.
Rachel no podía creer lo que le estaba ocurriendo, trató de salir del carrito pero las piernas no le dieron, la vista se le nubló y luego se fue de bruces contra el suelo.
.......Una hora después Rachel despertó en el hospital, su amiga Cinthia junto con unos clientes la habían trasladado al centro asistencial.
- Que susto me diste Reic (así le llamaba ella de cariño)
- Qué me pasó? - preguntó la castaña.
- Te desmayaste por culpa de la impresión - Cinthia fue interrumpida por la medico de turno quien le habló de lo sucedido.
- Su amiga nos dijo que estás embarazada, este tipo de emociones no son buenas en su estado, ahora mismo van a llevarla a realizarle una ecografía y a revisar que todo marche bien - dijo la especialista antes de irse.
- Que piensas hacer Rachel? - la interrogó su socia.
- No lo se Cinthia, siento que la vida me dio un vuelco - contestó ella mientras sus ojos se inundaban de lágrimas.
- Claro que si sabes que hacer, debes enfrentar a ese embustero - le sugirió Cinthia para luego agregar - no es justo que pases por esto tu sola mientras él se da la gran vida y sigue como si nada, es hora de revolcarle la existencia y yo te voy a acompañar, se donde quedan sus oficinas.
Rachel fue llevada a la sala de ecografías, afortunadamente todo estaba bien con el embarazo, tenía alrededor de seis semanas. El ginecólogo le recomendó mucha tranquilidad y nada de emociones fuertes debido a que eso influía en el bienestar de la criatura.
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Viviendo entre las espinas
RomanceUna noche de pasión lleva a dos personas de mundos diferentes a unir sus vidas sin quererlo. Daniel Anderson, heredero de un imperio financiero y uno de los solteros mas codiciados de San Francisco, California, acostumbrado a los lujos, modelos, mu...