Villa Dolores, una buena ciudad, no es tan visitado por lo turistas gracias a que es mas rustico que ciudad, pero es un gran paisaje y al fin me siento en un hogar, ya que pase por 5 casas en los últimos 3 meses, agotador para cualquiera, ordenar y desordenar toda tu vida, muebles, nueva decoración, despedirse de todos y abandonar a esos jóvenes amigos rompiendo y armando tu corazón una y otra vez como si este fuera indestructible, hasta cambiar de clima de repente como de Tierra del Fuego a Santiago y ahora a Córdoba.
Papá siempre elige nuestro destino en base a a sus gustos y al de la empresa, para que desde la madrugada tomemos nuestra camioneta y algunas pocas cosas para llegar al amanecer a nuestro nuevo hogar temporalmente... si a esto se le pudiera llamar hogar. El dice que desde los 8 le había pedido que deje aquel trabajo, ya que no me gustaba llevar a mi hermana de apenas 5 años a todas partes, empapando la de la cabeza a los pies cuando llovía, o enfriarla hasta la fiebre cuando la nieve caía sobre el cielo de las provincias frías, soy como una madre para Mi hermana Arelia y es para mi un gran tesoro, Papá hace un gran esfuerzo por cuidarnos, lo cual aprecio mucho, pero el carácter tan frío que a veces se apodera de el... me asustaría que en unos de esos ataques Are se que sola con el.
Creo que aquel dolor que sufre mi Padre es por la perdida de mi madre Elyssa, murió luego de dar a luz a mi hermana en una pequeña choza en Neuquén, no era gran cosa pero según la historias de Papá nunca se había sentido mas enamorado y apacible que en aquellos años junto a su esposa e hija con otra en camino, rodeados de naturaleza y las flores que Mamá plantaba con tanto amor y paciencia, las Lavandas eran sus favoritas, habían lavandas en el jardín, junto a las ventanas, y otras como pequeños adornos en cada mesa creando un perfume y cuadro perfecto... pero el no pudo seguir ahí donde solo el levantarse por las mañanas y sentir aquellas flores lo volvían loco, decidió abandonar su hogar, su trabajo y enmendar un nuevo futuro, vivió largos años de luto, recuerdo que a veces pasaba días en silencio al ver que cuanto mas crecía Arelia mas se parecía a aquella felicidad que tuvo que enterrar, los mismos ojos azules con pequeños tonos verdes, como el agua del Caribe, rizos dorados y bien armados solo que Mamá tenia pequeñas pecas enmarcando su rostro y Are lo tiene completamente liso y pálido como una muñeca de Porcelana. Quisiera que Mamá siga viva, era la única que podía controlar a Papá, en su presencia el jamas toco una gota de alcohol, total diferencia a la de ahora ya que su vida es trabajo, algunos juegos y apuestas acompañadas por cerveza, amigos que yo apenas conozco el nombre.
Nuestra Tia Moon nos cuidaba en las ausencias de mi padre, lo cual sucedía la mayor parte del día y en especial e la noche, llevándonos y trayéndonos de la escuela u otras clases particulares como Danza clásica en caso de Are y mis estudios de arte con una profesora tan creativa como la naturaleza misma. Apenas tuve la edad decidí pedirle a Tia Moon que yo me encargaría de los cuidados de Are ya que sus historias amargadas sobre la perdida de Elyssa y lo cual larga habría sido su vida si hubiera quedado conforme con solo una hija hacían llorar a Are desgarrando sus sabanas y pelando sus hermosas muñecas traídas de los viajes de Papá, Moon accedió con mala cara, regaño a Papá por dejar que la educación de una niña quede en manos de una jovencita apenas conciente de si misma, pero solo quedo ahí, ella aun nos trae algunas mercaderías cada una semana, y alimentos para nuestras mascotas; Lirrem mi hermoso Siberiano negro como noche y ojos claros cual cielo y Maiyín un ave quetzal tan colorido como pueda ser posible, la única que lo entiende es Are dejando que el revolotee por toda la casa como un fantasma trayendo colores junto a su aura.
-Necesitaras mas cuadernillos si sigues escribiendo de esa manera- comenzó Arelia sacándome de ensueños apena escritos.
-Jamas dejaría de escribir, sabes que para mi es la única forma de conseguir un verdadero amigo, si viajamos tanto apenas tengo tiempo de conocer a una persona lo suficiente como para entregarle todos estos pensamientos- suspire dejando la escritura por unos momentos
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Nuestra Historia: El Comienzo
Science FictionMi historia ha sido muchas veces pensada y detallada con amigos: Se trata de una familia ordinaria con un padre viudo y dos hijas Maia y Arelia Peralta, las cuales parecen ser completamente diferentes, a elección de sus mascotas, formas de vesti...