Verde

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Lirrem ha estado tenso todo el tiempo, atento a cada paso, y pequeños gruñidos salían de el, iba por detrás mio olfateando a cada minuto, yo ya estaba suficiente cansada para correr y mis fuerzas estaban agotadas, ademas, era buen momento para revivir cada segundo. Sus palabras, parecen mentira, pero sus ojos estaban muy seguros de lo que decía aquel joven, verdes, ojos verdes, arboles, paisajes, navidad, millones de cosas con ese color, tan común y menos apreciado, pero esos ojos, eran fuera de lo común y tan hermosos que jamas me cansaría de verlos... pero no importa, ya paso, tal vez nunca mas lo vea, o todo esto fue solo un efecto alucinógeno del frío  y de las millones de cosas que ha pasado alrededor. Si eso, solo algo que paso en mi mente.

Ya estoy llegando a casa puedo ver la camioneta de papá, no puedo aparecer a estas horas en la puerta principal por que el simplemente me mataría si supiera que estuve a estas horas afuera, ni siquiera podría pensarlo como una posibilidad, en la casa anterior sabría que hay una puerta en el patio que dirigía al sótano de la casa  donde podría fingir que estaba haciendo una de mis pinturas pero aquí era nueva, el terreno y todo era algo que explorar aun.

Lo recordé, mi habitación tiene un balcón el cual tiene justo al costado un árbol por el cual podría trepar y llegar fácilmente a mi piesa, pero solo cuando este segura de que mi Padre ya estaba dentro de casa ya que dentro de la camioneta se veía un hombre hablando por teléfono. Como siempre lo hacia al enfrentarme al peligro "respira hondo, siente tu cuerpo, ponlo al máximo y lo lograras"

Respiro

Siento mi cuerpo, es fuerte

Soy fuerte

Tome solo un vistazo de Lirrem, el es un lobo, puede hacer cosas mejores, y Papá no lo regañara si esta aquí afuera, tome carrera, no podía dejar que Padre me viera afuera y estar castigada otra vez soportando hora y horas de las telenovelas que tienen encantada a mi hermana ya que no puedo parar de escucharlo aunque este encerrada en el segundo piso. El entro, Papá ya esta dentro de casa.

Respiro.

Siento mi cuerpo, es fuerte .

Soy fuerte.

Tomar carrera es poco decir a los grandes paso firmes y rápidos que tome camino hacia aquel árbol, al oír el pequeño sonido del seguro de la puerta  al cerrar. En segundo podía sentir la áspera corteza del árbol raspando mis manos al intentar trepar, la mochila pesaba en mi espalda, obligándome a bajar, pero la adrenalina corría por mis venas, apenas sentía el viento frió azotando, o las ramas que se enredaban en mi cabello cual cuchillas.

Respiro

Siento mi cuerpo, es fuerte .

Soy fuerte.

 Tome como apoyo una de las ramas mas fuertes y cercanas al balcón, pase mi mochila lo mas suave posible por arriba de las barandas. apoye mis piernas, doble rodillas, junto con mi respiración tome impulso e hice un salto aun mayor del que me esperaba pase por arriba del barandal, mi cuerpo formaba un arco, y ligeramente mi espalda toco el frío metal, solté el aire y ya estaba en pie justo frente a la ventana. 

El alivio duro poco, justo en el centro del marco había una figura luciendo divertida con una gran sonrisa y un par de llaves colgando entre sus delgados y delicados dedos. Arelia. Habia llaveado la puerta y sabiendo muy bien que saldría recompensada y yo seria la perjudicada, llevaba con la otra mano un cartel que tenia garabateado con fibron rosa:

Si me prometes que me dirás  que hacías las abriré 

Aun jadeando, con el pecho arremolinado, agite la cabeza rápidamente con el gesto de asentir a cualquier cosa. Pero como siempre ella era astuta, soltando el cartel y con el dedo indice marco una X por encima de su corazón, quería que lo prometiera. 

Nuestra Historia: El ComienzoWhere stories live. Discover now