En busca de la felicidad

lll capítulo

Volteó muy asustada tras escuchar aquella voz gruesa proveniente de un chico. Ha primera vista de él pude distinguir que era alto, de cabello castaño y tendría al rededor de 19 años

—¿Estás sorda?

—¿Ah? ¿dijiste tú casa?

—Si eres sorda

—Está es mí casa Mr. Desconocido

—¿En serió? ¿y por qué cuando llegué estaba abandonada?

—Mi mejor amiga y mi persona la encontramos cuando apenas éramos unas niñas y la mantuvimos oculta de nuestros padres, ellos no saben de esto por eso se encontraba de manera deteriorada. Pero decidimos arreglarla cuando seamos mayores.

—Pues lo lamentó mucho, llegué primero -camina por mi lado cómo si nada y entrá a la cocina, la cuál se veía de forma rústica-.

Me quedó quieta en mi sitio visualizando el lugar ya que estaba diferente a como lo recordaba.

—¿Cómo llegasté hasta este lugar?

El chico volteó y me miró de forma muy seria.

—Entonces, ¿me dirás?

—Eso es privado chiquilla

—¿Desde cuando estás en esta casa?

—Bueno, ¿que te puedo decir? Tomé mis cosas y quise caminar por el bosque para poder pensar y despejar mi mente cuando de repente ví la casa y pues, estaba sola. Y por eso estoy acá

—¿Tus padres saben que invades esté lugar?

—¿Tú no vas a clases niña?

—¿Cómo conseguiste todas esas cosas?

—¿Por qué no te vas de mi casa?

—No iré a ningún lado, acostúmbrate porque vendré más seguido, y las veces que yo quiera.

Comienzo a  caminar por el lugar para seguir viéndolo

—Hey hey hey, ¿hacía donde piensas ir?

—Quiero ver la nueva casa querido

—Haces que pierda mi paciencia -suspiró-

—¿Tan rápido? JAJAJA que poca paciencia la tuya

La agarra bruscamente y la tira contra la pared acercándose a su oído y haciendo que a Mía se le erizara la piel por la respiración de aquel chico en su cuello.

—No lo soy en la cama niña, ¿lo quieres averiguar?

Lo empujó haciendo que se chocará con la pared de al frente. Sigo caminando cuando de repente me entra una llamada

Me alejo de Mr. Desconocido saliendo de la casa

—¿Aló?

—MÍA ¿DONDE ESTÁS METIDA?

—¿Yo? Estoy... -el chico me quita el teléfono y habla con Naza-

—La chiquilla está conmigo, estamos platicando 

Lo miro perpleja, ¿QUIÉN SE CREÍA ESTE PARA HACER ALGO ASÍ?

—¿Con quién tengo el placer de hablar? -Dice con tono coqueto-

—Soy su mejor amiga ¿y tú eres?

—Solo soy un amiguito, y dime ¿estás buena?

—Buena está la patada que te daré para que no seas patán, ¡pásame a Mía ahora!

Lo golpeo en el hombro y le arranco el teléfono.

—¡Que asco de tipo Mía!

—Si lo sé lo sé, ¿qué sucede?

—Pasó algo con Eduard!!

—¡QUÉ! ¡¡VOY ENSEGUIDA!!

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