ll capítulo

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Ya me encontraba en mi colegio y mi bella maestra aun no llegaba, así que decidí dormir en mi pupitre,  ya han pasado un par de días desde aquel mensaje extraño... - hoy mi padre me dejó más temprano en el colegio por algunas cosas de trabajo, mis cosas las deje en casa de Naza, ya que me quedaré un par de días allí, porque mi padre se irá a un viaje de negocios y no le agrada dejarme sola

-Mía, Mía, Mía, Mía- lo repiten muchas veces

-¿Que carajos quieres?- digo sin levantar la mirada  para ver quien era

-Mira lo que te han traído chica

Levanto la cabeza limpiándome de la baba que tenia en la cara, volteo la mirada y en la esquina del salón se encontraba un ramo de flores. Quedé impactada

-Anda a ver de quién es- me dice la chica pelirroja

Me levantó aún estando en shock  y camino hacía al ramo y vi que tenía una nota

"Para mi bella dormilona Att: Anónimo"

Me quedó mas impactada aún, no sabia quien era. Salgo del salón y la chica me grita

-¿NO TE LO PIENSAS LLEVAR?

-NO GRACIAS, TE LAS REGALO

Recorro por todo el colegio buscando a Naza y no la encuentro en ningún lado. Me estrelló con la persona mas estupida del mundo, Edgar

-¿Qué te ocurre? ¿Estás ciega? -Me dice

-No quiero problemas, discúlpame

-No cariño, esto,  no se queda así

-Perfecto amor -me acerco hacía a el - No te conviene meterte conmigo -Le lanzo un rodillazo en su entrepierna y cae inmediato al suelo-

-¡Ahg!, maldita zorra

- Eso no me decías anoche- le guiño el ojo y regreso a lo que estaba-

Ya exhausta de correr tanto,me dirijo a la cafetería y no lo creerán, la muy zorra siempre estuvo ahí, la obligo a comprarme una bebida y después le cuento lo que sucedió en el salón, quedó más impresionada que yo. Suena el timbre y nos dirigimos a los vestidores de la cancha - estaban muy limpios, lo que es raro- lo que me faltaba hacer deporte-

Me cambio con Naza y salimos a la cancha - es muy grande, lo que es fastidioso correr en ella- vamos donde esta el entrenador y nos manda a trotar 15 minutos, al terminar estando re-cansada nos pusimos a jugar voleibol

Accidentalmente le pegaron en la cabeza al entrenador y yo fui la primera en reírme, después del rato nos vamos a las duchas y estando allá una chica me entrega una nota, la miro confundida y me pongo a leerla

"¿Por qué regalaste mis flores?"

Arrojo la nota, veo a la chica quien me la entrego y la empujo contra la pared

-¿Qué carajos es estó?- 

-No lo sé, un chico me la dio y me dijo que te la entregará

-¿Como era el chico?

-Alto, piel blanca, y de ojos marrones al punto de llegar a negro

Naza entrá aterrorizada a la ducha al ver lo que estaba haciéndole a aquella chica, de inmediato me empezó a decir que la soltará. Así que salgo de la ducha, me visto a toda velocidad para salir de una vez al estacionamiento; me monto en mi motocicleta y arrancó dirigiéndome a mi lugar favorito

Es una casa distanciada de la ciudad a mitad del bosqué, Naza y yo la habíamos encontrado cuando eramos pequeñas. Al entrar a la casa la notó algo extraña, todo estaba limpio y ordenado, como si alguien estuviera viviendo ahí los últimos años...

Cuando de repente una persona me habla

-¿Qué haces en mi casa?


En busca de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora