Cazadores De Sombras (Atleti)

Capítulo 2

–Amil, debes ir a hacer los exámenes.

La chica se acurrucó en el pecho de Antoine buscando seguridad, que Antoine no tardó en transmitirle.

–Sigo pensando en quien es ese bebé, Antoine. Esa foto es de la Guerra Oscura, hace ya 7 años, con lo cual ahora tendría 8 años.

–Céntrate en el examen y luego investigamos.

Amil hizo el examen, pero salió cabizbaja de la sala.

–Amil... –dijo Antoine besando su frente.

La pequeña solo buscó seguridad en el pecho de Antoine, lo que el chico interpretó como un mal examen.

–¿Quieres investigar lo del bebé?

Amil asintió y se dirigieron a la mansión Blackthorn.

Ahí encontraron más fotos, una partida. Solo estaba la parte en la que salía Amil, y faltaba la parte de la derecha y la de la izquierda.

–Siempre puedes ir a hablar con tus primos.

Amil se encogió de hombros y se dirigió a la que había sido su habitación. Cayó de rodillas al suelo y comenzó a llorar. Cogió varios libros y los metió en su mochila.

–Es la hora de volver, petite.

Entrelazaron sus dedos y traspasaron el portal.

–Gracias por acompañarme, Anto. –dijo la muchacha dejando un suave beso en sus labios.

–Por ti cualquier cosa.

Amil se fue hacia su habitación, pero en el camino se encontró con Rado, a quien aún no conocía.

–¿Quién eres? –dijo el chico en un tono de voz poco amigable.

Amil le miró y siguiendo con su costumbre de silencio, no contestó.

–Contéstame. –gritó el chico empujándola contra la pared.

Amil cerró los ojos.

–¿Quién eres? –repitió.

Amil continuó en silencio, lo que hizo que cayera al suelo del golpe en el estómago que recibió.

–¿Qué ostias haces? –gritó Antoine empujando a Rado y ayudando a Amil a levantarse.

–Genial, más gente nueva.

–Nuevo serás tú. Nosotros llevamos viviendo aquí toda la vida. –gritó Antoine lo que hizo que Rado le pegara.

–¡Ya basta! –gritó Isabelle, haciendo que los tres palidecieran. –¿Qué está pasando aquí?

–Él le ha pegado a Amil, y yo no lo pienso permitir.

–Ella me ha ignorado.

–Ha sido todo culpa mía, Isabelle. Lo siento. –dijo Amil bajando la cabeza.

–Eso no es verdad. –dijo Antoine.

–Ven conmigo, Amil. –dijo la directora.

Una vez en el despacho, Isabelle habló.

–Estás castigada. Una semana sin estar con Antoine.

–¿No puede ser cualquier otra cosa?

Isabelle negó y le hizo un gesto de que se podía ir.

–Dile a Antoine que venga.

Amil asintió con lágrimas en los ojos.

–Dice tu madre que vayas. –le dijo al chico.

–¿Por qué lloras? –preguntó preocupado quitando las lágrimas de las mejillas de la pequeña.

–Ve con tu madre. –dijo Amil con un pequeño pero no inocente beso.

La muchacha fue a buscar a sus amigas. A la primera que vio fue a Noa, que andaba besándose con el nuevo. Decidió no interrumpir y buscar a las demás.

Luna estaba sentada en el regazo de Saúl. Ambos estaban con los ojos cerrados y descansaban tranquilamente.

Lucas y Cris entrenaban en la sala, junto a Koke e Isa. Estuvo un rato entrenando con ellos, hasta que se percató de que no había visto a Yannick en todo el día.

Decidió ir a buscarle y al pasar por la habitación del chico, escuchó sollozos.

–¿Yannick? –susurró Amil.

Yan le miró sorprendido. Amil no solía hablar con él, solo señas.

–Amor no correspondido.

–¿Noa?

Yan asintió y Amil, al no saber que hacer lo abrazó para que se sintiera mejor.

–Gracias, pequeñaja.

Amil le sonrió y fueron a cenar. Tanto Antoine como ella estaban cabizbajos.

Por la noche, Amil tuvo que dormir en su habitación, en la que no dormía sola desde hacía 7 años. Demasiados recuerdos le llegaron de repente y decidió ir a la habitación de Antoine.

–Antoine. –murmuró Amil moviéndole.

–Petite. No deberías estar aquí.

–Tengo mucho miedo... Recuerdos... Y... –Amil comenzó a llorar.

–Tranquila. –Antoine la tumbó a su lado y le abrazó para calmarla. –¿Mejor?

Amil asintió y se abrazó a él.

(...)

–¿Qué no habéis entendido de una semana separados? –preguntó Isabelle enfadada.

–Lo siento, Isabelle. Tenía mucho miedo.

Isabelle se llevó las manos a la cabeza.

–¿Qué tal te fue el examen de Idris? –preguntó con dureza.

–Mal.

–Has sacado un 5. Están planteándose si mandarte a la academia.