Cazadores De Sombras (Atleti)

Capítulo 4

–¿Qué haces aquí? –preguntó Jace a Amil.

–Me salió mal el examen final. –Amil bajó la cabeza.

Jace besó la cabeza de la chica y le abrazó. Clary entró en la habitación.

–¡Amil! –Clary se unió al abrazo.

–Si necesitas cualquier cosa mientras estés aquí, nos dices.

–¿Dónde está esta clase?

–Te acompaño. Yo también voy ahí. –dijo Jace.

Entraron en la clase y Amil se sentó en una de las mesas libres.

–Buenos días, me llamo Jace y voy a ser vuestro profesor.

Amil levantó las cejas divertida. Jace le miró y dijo.

–Amil, ya que eres la única a la que conozco. Sal a la pizarra y dibuja la runa de visión, la de fuerza y la de equilibrio.

Amil fulminó a su amigo con la mirada, pero se levantó y dibujó las tres runas con facilidad.

La clase transcurrió con tranquilidad. Al acabar, Amil fue a hablar con Jace y Clary.

Llamó a la puerta de la habitación y se escuchó un "adelante".

–¿Interrumpo? Puedo venir más tarde si queréis.

–No, tranquila. Pasa.

Amil se sentó en la cama junto a sus amigos.

–El otro día llegó un nuevo cazador de sombras al instituto de París.

–¿Y? –preguntó Jace sin entender.

–Creo que somos hermanos.

Amil explicó todo y Clary le recomendó hablar con Julian.

–Es lo que había pensado hacer.

–Va a venir mañana, él también va a dar alguna clase.

–Bien, hablaré con él entonces. Gracias por todo. –Amil se levantó. –Voy a llamar a mis amigos.

(...)

–Noaaaa. Amil se ha ido. –Antoine se tiró al suelo haciendo una pataleta.

Noa rodó los ojos, harta de su hermano. Yan y Rado se miraron y agarraron a Antoine.

–¿Qué hacéis? Soltadme. –gritó Antoine.

–Noa, pásame la cinta aislante. –dijo Yan.

–¡No! ¡Ni se os ocurra! –siguió gritando Antoine.

Rado sujetó a Antoine mientras Yan le ponía la cinta aislante en la boca. Antoine intentó quitárselo, pero al notar el dolor, decidió dejárselo.

–¡Luna! –gritó Noa al verle por el final del pasillo. –¡Quiero sobrinos!

–¡Hecho! –gritó Saúl.

Luna le fulminó con la mirada. Rado abrazó a Noa y dejo un beso en su cuello.

–Deberíais iros ya a vuestras habitaciones. –dijo Isabelle.

Asintieron y se dirigieron a sus habitaciones.

Noa se metió al baño a darse una ducha, y su móvil comenzó a sonar. Rado, al ver que quien llamaba era Amil, cogió. Era una videollamada.

–Hola. –dijo Rado.

–Hola. –contestó la chica sonriente.

–¿Qué tal por Idris?

–Bien, Jace es mi profesor.

–¿Cuándo crees que podrás volver? Tenemos a Antoine con cinta aislante en la boca.

Amil rió y Noa salió del baño, ya con el pijama.

–¡Amil! –se tiró encima de Rado y le quitó el móvil. –Tu novio es un canso.

La chica rió.

–Luego hablaré con él.

Tras media hora hablando, Antoine entró en la habitación. Al ver a Amil en el móvil, se quitó la cinta de la boca, gritando de dolor, le quitó el móvil a Noa y corrió hasta su habitación.