Capítulo 22: "Ladrón que roba a ladrón..."

683 67 6
                                    

(Último capítulo)

Un gigantesco hombre hablaba con sus invitados cancelando la fiesta de compromiso mientras Vegueta lo hacía con sus padres.

¿Y a dónde crees que se la haya llevado hijo?, decía el padre de Vegueta.

No pudo haber ido muy lejos, el campeonato nacional esta cerca y el participara en él, en cuanto mi suegro lo encuentre lo refundirá en la cárcel, decía Vegueta con molestia.

¿Y si fue donde sus padres?, dijo la madre de Vegueta.

Puede ser, en cuanto el señor Ox, termine de hablar con el último invitado le diré que vayamos a buscarlo allá dijo Vegueta.

Mientras tanto:

Gokú entraba por un bosque en su moto.

¿Y este lugar?; dijo Milk.

Es Paoz, aquí nadie nos buscara, aquí podremos ser felices, en este lugar hay una vieja cabaña que yo la acomodare para poder vivir, era de mi abuelo, aquí podemos sembrar todo tipo de frutos para subsistir hasta que a tu padre se le pase el enojo, cuando seamos mayores de edad tu padre ya no podrá separarnos, creo que tendremos que volver hasta entonces, decía Gokú.

¿Y tus sueños?, ¿Tu campeonato nacional?, dijo Milk.

Mi único sueño eres tú, no me interesa nada más, cuando volvamos volveré a las artes marciales ahora lo único que quiero es que nadie me separe de ti, decía Gokú mientras estacionaba su moto frente a una vieja cabaña.

Y si tus padres le dicen al mío que aquí podemos estar, decía Milk preocupada.

No pasara angelito bello, ellos no conocían esta cabaña, solo yo, dijo Gokú dulcemente besando los labios de la pelinegra.

¿Tienes miedo?, dijo Gokú al romper el beso.

No, no porque estoy junto a ti, dijo Milk sonriendo.

Pues a partir de ahora empieza nuestra nueva vida como fugitivos, dijo Gokú sonriendo.

Veo que trajiste algunas provisiones, dijo Milk dulcemente.

Así es, también te compre algo de ropa, cuando podamos iremos ha algún pueblo cercano por más ropa y provisiones, dijo Gokú.

Mientras tanto: "Casa Son"

Vegueta junto al padre de Milk se encontraban platicándoles a los padres del joven de cabello alborotado lo que había sucedido.

¿Mi hijo se robo a su hija?, decía alarmado Bardock mirando a Gine.

Si, así como lo oye, ¿en verdad usted no lo sabía?, dijo el gigantesco hombre aumentando su molestia.

No, claro que no, mi hijo salio muy temprano rumbo al gimnasio, es más yo pensé que mi hijo y su hija no andaban juntos pues lo último que él me dijo es que usted se negaba aceptar la relación de él y su hija, decía Bardock.

Pues así fue, pero su hijo cual ladrón entro a mi casa y se robo a mi niña, le juro que si lo encuentro lo refundo en la cárcel por su atrevimiento, decía el gigantesco hombre.

Cálmese suegrito, cálmese, decía Vegueta.

Si mi niño hizo algo así, no es porque sea un ladrón, sino porque usted lo obligo a ello, mi hijo ama a su hija y ella a él, yo no creo que mi hijo se la haya llevado en contra de su voluntad, decía Gine.

Yo tampoco lo creo, a mi hijo no podrá interesarle mis negocios, pero su hija le interesa y mucho créamelo, señor si usted sigue en esa posición tal vez ellos decidan esconderse de nosotros y eso dificulte que los encontremos, decía Bardock.

"Ladrón que roba a ladrón....."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora