Chapter 1: Anguish.

19 1 0
                                    


La vida de Syrenne después de la aniquilación de su patria no fue genial. Se le dijo que todo había sido destruido, arrasado. Todo el mundo fue asesinado. Que no quedo nada más que el fracaso de ella.

Syrenne se quedó totalmente impactada al entender lo que había pasado. Si había una cosa en la que ella creía en ese momento, era su fuerza física y en su talento como espadachín. Ella piensa que es una buena soldado, pero había fracasado, la habían golpeado por detrás, sin haber visto nada lo que ocurría al su alrededor, y perdió el conocimiento.

En ese momento, ella estaba segura de que sus compañeros – verdaderos, no los hombres que huyeron como cobardes- todavía estaban vivos, para luchar contra el enemigo, que era bastante fuerte pero no más que todas las mujeres de su país, los golpes de espadas y hechizos llovían a su alrededor. Ciertamente incluso sin ella, el país solo podía ganar. Los hombres volverían con refuerzos y cubrirían si fuera necesario.

Pero nadie volvió, y nadie se salvó. Eso es lo que el grupo de soldados enemigos había escupido en su cara cuando por fin despertó, atada en la bodega de una de sus naves. Esas duras palabras habían resonado en su cabeza, una y otra vez, difundiendo un veneno tan violento que a Syrenne sintió que se le encogía el corazón, los músculos se le ponían rígidos, pero su mente se negaba a seguir y aceptar esta realidad, era como si su alma misma se hubiera paralizado.

Las lágrimas no salían. Ni siquiera podan llorar en estado de shock.

Su país no podría haber sido destruido.

No lloro cuando comenzaron a golpearla e insultarla en todos los nombres.

Sus amigos, sus padres, no podrían haber sido asesinados.

Ni siquiera le importo cuando se dio cuenta del por qué estos soldados se habían molestado en tomar a bordo a una guerrera enemiga, joven y de formas bastantes pronunciadas.

Todos estos hombres, soldados, generales que habían prometido protegerlas, no podían escapar de esta.

No hizo nada cuando le quitaron sus ropas y comenzó un baile de perturbador.

Los recuerdos de Syrenne eran borrosos después de aquel evento. Lo que estaba segura era que los soldados habían desembarcado en el puerto más cercano. Así que se fugó ya que probablemente seguiría la humillación un poco más. Había estado vagado varios días en la ciudad, sin saber qué hacer. Después de todo, ella ya no era una soldado, no tenía a ningún lugar donde ir, ni ningún propósito de vida.

Nada, excepto el odio. Este odio a los hombres tal y como no pudo sentir hasta ahora. Estos cobardes que la habían abandonado a su triste destino. Estos cerdos que intentaron destruirlo todo.

Peor para ellos, dijo, más que el dolor o la vergüenza, era este odio que llenaba su mente, y que le dio la fuerza para seguir viviendo, a pesar de su culpabilidad de ser la única superviviente, a pesar de todo lo que se había hecho con ella. Ella no buscaba venganza ni nada de eso, pero había aprendido la lección; nunca confiaría en un hombre, o esperaría nada positivo de ellos.

Las semanas pasaron rápidamente mientras ella estaba ganando dinero como pudo, el dinero se derritió como nieve al sol, entre las nuevas compras de armas, el costo de las noches en la posada, y el alcohol, su mayor comodidad.

Ella siempre había disfrutado de una buena pinta después de una pelea, para dar un bálsamo para el corazón, pero ahora simplemente no podía vivir sin ella. Básicamente, ella esperaba que lo que estuviese haciendo inconscientemente, olvidar todos estos horrores, pero no tenía nada que olvidarse. Cada vez que recordó los acontecimientos de ese día, parecía claro que su conclusión era un sueño, una gran mentira. Tal vez ella se puso en un estado en el que tomaba conciencia de la realidad y del llanto. Ella no lo sabía.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 31, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Move along  and change.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora