Empleo.

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06 de Agosto.

Ayer al regresar a casa estaba vacía, mi papá se había ido. Dejó una nota en la mesa, misma que no tuve valor de leer hasta hoy en la mañana.

"Tenemos que hablar hijo, no sé si esto es una broma o una simple fase que debes pasar, como sea, recuerda, que eres mi hijo."

No eran las palabras que esperaba de él, pero ciertamente me hicieron muy feliz. A mis 18 años ya no estoy estudiando nada, no planeo tener una vida mediocre, saldré a conseguir trabajo hoy. De nuevo está nublado y hace bastante frío. Mi pantalón de mezclilla, tenis de cuero, playera roja de manga larga, mi chaqueta y una bufanda negra con gris de rayas. Salí de mi casa con una sombrilla en mi mochila, por si acaso.

Comencé a caminar por ahí, solo esperando ver algún letrero de se busca empleado; pensaba en aquel chico, no había dejado de pensar en él, si me pidieran describirlo, diría que él es un día nublado de viento frío. Una cartulina verde fosforescente llamó mi atención.

"Se busca empleado, mayor de edad. Medio tiempo." Fue lo que leí.

Era un café en un jardín, se veía bastante agradable. Entre para pedir informes, me recibieron mi solicitud de trabajo y tuve una pequeña entrevista de trabajo, dijeron que me llamarían. Bueno, esperaré hasta pasado mañana, si no llaman seguiré buscando. Aún era de tarde, estuve caminando por la ciudad, disfrutando del agradable clima. 

Caminando por una plaza vi a un tipo con un estuche idéntico al que llevaba el chico del café, me acerqué para preguntarle qué llevaba ahí.

- Hola, disculpa... tengo curiosidad de... ¿Qué instrumento llevas ahí?- 

- Oh, es un saxofón alto.- Contestó sonriendo mientras alzaba el estuche.

- ¿Un saxofón.-

- Sip.-

- Oh, muchas gracias...-

- Por nada.- Dijo él y siguió su camino. Un saxofón... El chico del saxofón.

De repente unas inmensas ganas de saber más de él se apoderaron de mi cuerpo, quería ver su oscuro cabello, sus fríos ojos, su pálida piel, quería ver su estuche de nuevo, pero... ¿en dónde?

Mi celular comenzó a sonar, no reconocí el número, aún así contesté.

- ¿Bueno?- Pregunté, del otro lado de la línea se escucho una voz mayor, parecía la de un señor.

- ¿Bueno? Hola, buenas tardes ¿eres Robert?-

- Así es.- Dije mientras me recargaba en un árbol.

- Soy el dueño del café al que viniste hace un rato, nos urge un mesero en este momento, si vienes el puesto será tuyo y tendrás tu paga de hoy... ¿Qué dices?- Se escuchaba preocupado, como si de verdad estuviera en un apuro.

- Claro, voy enseguida.- 

- Gracias, pasa a la cocina, un chico ahí te dará tu uniforme.- 

Entonces colgó. Sonreí, ya tenía trabajo, no estaba muy lejos, a dos tres cuadras, así que corrí para llegar en tan solo 5 minutos, el señor que me había entrevistado estaba afuera.

- Muchas gracias por venir, uno de nuestros meseros se desmayó y necesitaba a alguien que lo cubriera, supongo sabes como funciona esto, tienes un sueldo base establecido en el contrato más las propinas que consigas.-

- Sí, lo entiendo.- Sonreí amablemente asintiendo.

- Entonces ve adentro, Mariano te dirá las mesas que atiendas y te dará tu uniforme y charola.- Comentó él para luego irse.

El chico del saxofónWhere stories live. Discover now