Capitulo 4 Pobre Nicolás
Salí del baño ya cambiada y lista para dormir, no quería verlo.
─Vas a dormir querida?─ Estaba parado frente a mi sin camisa, sonriéndome.
─Que haces aquí no debería estar en tu habitación lárgate!!─ le dirigí una mirada asesina.
─No crees que aun es temprano─ ya estaba a milímetros de mi, sentía su aliento en mi rostro ─podríamos hacer algo más interesante─
─Claro─ fui hasta la biblioteca tome un libro regrese nuevamente y se lo estampe en la cara ─léelo te asentara bien─ dije sonriendo burlonamente y me acosté en la cama ─Por favor cierra a puerta al salir─ le di la espalda.
─Burro Pretencioso─ susurro el titulo del libro y me sonreí por lo idiota que era ─eso es lo que crees─ dijo entono bajo y desafiante.
Me sobresalte al sentir a Nicolás sobre mi.
─No te atrevas a tocarme, esperpento─ lo empuje y calló sobre el sofá blanco─Hazme el favor de salir de aquí o lo llamo a tu padre─ Me acosté en la cama. El solamente se rió.
No tenía ánimos ni de pelear, no quería saber nada. Recordé la carta de mi madre, todo lo que había escrito en ella, mi padre estaba en problemas por mi culpa y por eso me mandaron a esta casa, por mi seguridad, y que en poco tiempo iba a ser libre para escoger lo que quisiera, escoger el amor.
Recordé a Mateo, ¿sabia el donde me encontraba? ¿Estaría buscándome? Seguro que así era ¿Qué haría cuando se enterara que estoy en casa de Nicolás, a seis meses de nuestra boda?. El estúpido de Nicolás me sacó de mis pensamientos, cuando se tiró a la cama, otra vez.
─Que tratas de hacer?, vete─ le dije sentándome en la cama.
─Solo dormir a tu lado, y tal vez si me correspondes otro beso─ me miró seductoramente, lo que hizo que los vellos se me pusieran de punta.
─Bueno que es lo que te pasa, te gusta verme con rabia─ le dije mientras me paraba. ─voy a llamar a tu padre, porque me siento acosada por ti tal vez regrese a mi casa que te parece─ dije mientras me encaminaba a lapuerta.
─No creo que puedas hablar con el, acaba de salir─ me miro y sonrió triunfante ─vamos seque mueres por besarme─ dijo poniéndose de pie mostrando su pecho desnudo.
─No hables sandeces, vete a tu cuarto y déjame sola─ le dije mirándolo de mala gana.
─Que!!?? Acaso Mateo jamás te ha besado después de todos estos años─ se reía.
─Si y besa muy bien─ le dejo haciéndole un mueca grosera.
─Pero dudo que te haga temblar como yo lo hago─ estuvo pegado a mi en menos de un suspiro, respirándome cerca del oído lo que hizo que mi piel se electrizara.
─No inútil, el me respeta─ me puse roja por su entrometimiento─Además eso no te incumbe es mi vida privada─ me acosté en el sofá ─Y por favor quédate lejos de mi─ le gruñí, ya resignada que no saldría del cuarto.
─Estas muy equivocada chiquita, Yo soy tu vida privada, te recuerdo que estamos comprometidos; tus padres te enviaron conmigo y estamos en nuestra habitación─ ya lo tenia sobre mi susurrándome al oído, lo que hizo que se me despelucara todo el cuerpo─Te prohíbo que pienses en él─ me rosó el cuello con sus labios haciendo que temblara, una sensación que me agradó mucho mas de lo que esperaba.
