"¡No ella no debe de romper el hechizo jamás! ¿Me has entendido?" la voz dulce se había convertido en una voz cargada de odio, amargura, pero sobre todo de rencor hacia la hija de quien a su parecer le había arrebatado su felicidad. Si su madre no hubiera aparecido y atravesado en su camino ella no sufriría por los errores cometidos por su progenitora
"¿Es esta la mejor opción?" se atrevió a preguntar su acompañante "¿No crees que ya hay demasiada sangre en tus manos?" siguió hablando aunque con miedo y eso era preocupante ya que quien tenía miedo era la mismísima Bellatrix Lestranger una conocida hechicera despiadada y brutal. Sin embargo la persona delante de ella le daba miedo
"¿Crees que es suficiente con solo su sangre?" rio con amargura "Esa persona no solo me hizo infeliz, también me quito a mi primogénito. Se lo llevo con él y me preguntas ¿si es suficiente? o ¿si no hay otra opción?" en sus bellos ojos azules podía verse la llama del odio y la venganza arder con tal intensidad "No parare hasta que esa mujer sufra, será mi venganza en contra de ellos dos" Bellatrix simplemente se limitó a encogerse de hombros y sonreír al ver que no era lo única loca de la familia. Por lo menos ella sabía que era un ser podrido, pero ver a esa persona quien siempre se mofo de ser superior y no dejarse dominar por sus bajos deseos, ser consumida por estos era digno de ver, además, que si eso le traía algún beneficio u oportunidad en la cual ella pudiera matar o mutilar a alguien no la desperdiciaría
"¿Quieres que la mate?" le pregunto sin más preámbulos "si no más recuerdo tiene hoy y mañana para transformarse y romper el hechizo"
"No esta noche no quiero que nada, ni nadie arruine tal especial acontecimiento como lo es el cumpleaños de mi querido hijo" sonrió al decirlo mientras se acomodaba su corona "mañana será otro día y no solo te encargaras del ella si no del pobre iluso que acudió a su llamado"
"Dime hermana desde cuando has fraguado esta venganza" pregunto Bella a su hermana mientras se colocaba atrás de Cissy abrazándola mientras el reflejo de ambas era mostrado en un hermoso espejo oval de plata "Es más dime ¿cómo lograste que la ilusa de Granger creyera que fue el quien había lanzado la maldición?"
Narcisa solo sonrió de lado al sentir el aliento de su hermana rozar su cuello mientras bajaba una de sus manos hacia su escote. Sabía que su hermana era una persona a la que no se le debería de confiar mucho, pero también sabía que no habría podido llevar a cabo la segunda parte de su venganza si ella no le hubiera ayudado armando esa pequeña rebelión donde ambas se libraron de sus queridos consortes "Mejor dime querida Bella ¿qué era lo que te molestaba de Rodolpho?" le pregunto mientras detenía el avance de su traviesa mano
Iba a protestar Bella por la respuesta de su hermana cuando fueron interrumpidas por una de las doncellas del servicio haciendo que Bella sacara sin dudar su varita y le lanzara a la pobre doncella un hechizo mortal "Avada Kedavra" fue lo último que escucho al tiempo que veía una luz verde alcanzarla la cual acabaría instantáneamente con su vida
La reina solo vio cómo su hermana lanzaba el hechizo sin remordimiento, es más pudo ver como su rostro se iluminaba al momento de lanzarlo. Pero no era momento de admirar la sangre fría de su hermana mayor ahora tenía que hacerse cargo del cadáver de una de sus doncellas
El gran salón estaba preparado para la gran noche era un acontecimiento mediático y esperado sobre todo porque estaba la promesa de que algunas de las familias con hijas casaderas pudieran convertirse en la futura reina quien subiría al trono junto con el príncipe heredero al trono. Todas y cada una de las hijas de nobles estarían presentes y enfundadas con sus mejores galas
Sin embargo eso no era lo que tenía con una sonrisa al joven príncipe heredo. Su sonrisa se debía a la promesa que ella le había hecho la de asistir esa noche, donde el, la presentaría ante todos como su futura reina dejando a todos anonadados. Sonrió una vez más al imaginar la cara de la reina su madre al enterarse de su decisión aun así no dejaría que nadie interviniera en su decisión de hacerla su dama su reina