La máscara de la felicidad

Corazon herido

Y ese fue el día, el día en que él decidió romper mi corazón. Yo pensé que las cosas se solucionarían, pero fue todo lo contrario. Se paró frente a mí y sin saber que iba hacer arrancó mi corazón, lo sacó fuera de mí; lo arrancó sin permiso y como si fuera un juguete. Fue en ese momento que lo vi quebrantarse en sus manos, luego lo tiró y se marchó.

Mi alma se destrozó detrás de él cuando se marchó, no pensé que él me haría eso. Y allí estaba yo; sola y viendo como mi corazón poco a poco agonizaba. Mis lagrima me ahogaban y mi corazón me mataba. No tenía salida. Quería correr y acabar conmigo para ya no sentir ese dolor, pero tomé mi corazón en mis brazos e intenté hacerlo callar. Este parecía llorar mientras sus latidos eran débiles. Estaba luchando e intentando ser fuerte, pero no lo conseguía. Mis lágrimas no me ayudaban en nada, es como si me estuviera desangrando por medio de ellas.

Él siguió su camino sin voltear a verme, pensé que iba a volver; pero este siguió caminando sin dar señales de que iba a regresar. Fue en ese entonces que supe que ya no habría marcha atrás. Me marché y dejé mi corazón en el suelo, estaba agonizando y haciendo todo lo posible para poco a poco poder latir, pero yo esperaba que este dejara de hacerlo. Quería que ya muriera, pero este me siguió y desde ese entonces no me deja. Siguió tras de mi haciendo que cada vez mi interior muriera y dejando todas esas cargas sobre mis hombros.

Cada vez estaba latiendo más débil. En ese momento muchas preguntas recorrieron mi mente, pero la mas constante era "¿Cuando sanarás?" Ha pasado el tiempo y le he dado hogar a mi corazón, lo he dejado entrar nuevamente en mí. Él no está curado, aún sigue débil y herido, arrugado y marchitado. Con un miedo que no lo deja ser feliz. Tiene muchas cicatrices y cada vez que late duele, pero ahora late un poco mas fuerte. El tiempo ha ayudo a sanarse, no del todo pero poco a poco lo conseguirá. Él está mas aferrado a mí que antes. Siempre trato de calmarlo cuando se altera por cosas pequeñas, él ha descubierto una nueva parte de él. Aparenta ser fuerte, pero no sé si pueda confiar en alguien más. No quiero que la historia se repita. ¡Tengo miedo!

Aveces suelo escucharlo latir y preguntarle "¿Como te pude menospreciar?, ¿Como pude entregarte a alguien que se fue y te dejó más frágil que un papel?"  Sé que me hace pensar que estará bien y que lo podrá llevar, pero no me convence del todo. Sé que alguien mas vendrá a quebrantarlo y puede que lo llegue a matar y no quiero eso.

Lo único que mi corazón pide es que no lo vuelvan a romper, solo eso; ¿tan difícil es? Gracias a eso he construido una gran barrera al rededor de él, esperando que quien logre cruzarla pueda cuidarlo bien. Dejo a su suerte aquel que intente cruzar ese muro.