Capítulo 4: La Cita [I]

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PV del Anónimo.

Dios... Si que estoy nervioso, pero debo conocer más a ésta chica. Mi misión, solo eso, sólo es mí misión. Nada más.

Me dijeron que debo protegerla de un peligro que se aproxima, sus padres me dieron la dirección de donde se ubicaba y aquí estoy. Como un estudiante, como dicen, es mejor tener el perfil bajo y actuar con normalidad.

Sin embargo, en estos días he sentido cierta "conección" con ella. Es extraño, jamás me había pasado con ninguna de las chicas de alto rango familiar que debía proteger. Pero con ella es diferente, y no me gusta esto.

No es bueno para mí y mi deber como guardian.


Si, guardian. He tenido un duro entrenamiento a lo largo de los años. Desde que tengo memoria a decir verdad, y todo cambió cuando unas de las familias más poderosas de todas. Todos los llaman: "los reyes de reyes". Acudieron a mí. Los señores habían dejado a su hija a cargo de unos protectores cuyas habilidades son extraordinarias y eran de confiar para ellos.


Han pasado ya 17 años, los pobres no han sabido de ella hasta que les llegó un telegrama diciendo donde se ubicaba, y sabiendo los peligros que se avecinaban no dudaron en llamarme.

Bien he aceptado, y aqui me encuentro. Acomodando me la corbata, mis manos sudan como cerdo en un horno, no tengo idea de qué mierdas me está pasando.

De un momento a otro mi brazo empieza a arder, es muy doloroso, como si te quemara los huesos.

Y veo mi brazo izquierdo con mi tatuaje de dragón que cubre la mitad de éste. De ahí, una luz muy llamativa se posa en mi campo de visión haciendo que me distraiga y dejé de acomodarme la corbata negra.

Oh no.

¡¿Qué demonios es eso?!.

Mi tatuaje... Brilla cual sol, y el ardor es indescriptible... Duele mucho.

Un gemido de dolor sale por mi boca y sudo frío, joder duele mucho. Opté por echarme agua y aliviar el dolor, pero es imposible; vapor es lo que tomo de respuesta al echar el agua.

- Mierda... - murmuro, esto mata.

- Hola ! - dice alguien a mis espaldas, rápidamente giro y la veo con un hermoso vestido que se ajusta a su cuerpo; increíble. Me hizo caso la chica dura.

Le sonrío de medio lado y recuerdo. Mi brazo.

Al dirigir mi vista a mi pobre brazo afectado, ya no había luz, ni dolor. Nada. De eso me encargaré luego, es extraño. El tatuaje es la representación de mi ser, mi símbolo como guardián. Lo que no logro entender es porqué reaccionó de ese modo... No lo entiendo.

Me acomodo la manga y me volteo, logrando ver completamente su cuerpo.

Se ve hermosa, muy sexy, tierna, inocente, segura... Y muchas otras cosas que tengan que ver con lo positivo de una mujer con tan solo ver su vestuario y presencia.

Sin palabras, eso te deja a destacar. La miro de abajo hacia arriba y no puedo creer que en verdad me hiciera caso a mí comentario de hace unas horas atrás en su habitación, mi corazón da unos saltos, como si fueran caballos de fuerza a todo motor... ¿Qué me pasa?.

- ¿Hay algún problema? - hace una mueca con la ceja levantada y me mira confundida, pero manteniendo una sonrisa. Se ve hermosa cuando hace eso ... .

Ya amigo, concéntrate.

- No, para nada. - pude decir, lo único que pude decir... ¿Qué rayos?, solo espero que no haya visto lo que yo. No tendría respuesta ya que ni yo lo sé. - ammm, ¿Acabas de llegar? -.

Mi Talento Especial [ CORRIGIENDO ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora