21- Check yes Juliet

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El sabor del vino tinto lleno su boca al tomar un último sorbo del vaso antes de dejarlo cerca a su cama. No estaba ebrio, solo le gustaba beber vino caro cuando estaba triste, decepecionado, o con el corazón roto. Esta vez, los tres casos.

Miró el viejo reloj en el otro lado de la habitación, eran las 2:04 A.M. Esa noche no salió como esperaba, definitivamente, y se sentía estúpido. Se sentía estúpido porque a pesar de que trataba tanto de superarlo, no podía, siempre volvía a pensar en el desordenado cabello de Michael y su pálida piel, mientras el otro chico ya salía con alguien más.

Suspiró, ¿esto era todo? ¿este era el final oficial de lo que tenían? Tal vez ya se había acabado desde hace tiempo, y Luke no se había enterado. Algo que Luke detesta es cuando ocurre un cambio y él no se da cuenta en lo absoluto. Nunca había previsto la posibilidad de Michael dejándolo atrás. Realmente, no quería que lo suyo terminara. Tal vez, aún tenía una oportunidad, tal vez todo lo que tenía que hacer era demostrarle a Michael que lo sentía. Que lo quería, que ya había aclarado su mente.

Se levantó, subiéndose sus pantalones y buscando sus rojas chanclas . Apenas las vio, se las puso y tomo sus llaves antes de dejar su morada atrás, subiendo al auto. ¿Y si no estaba en casa? ¿Esta noche tenía una cita? ¿Y si lo hacían oficial? Después de todo, lo merecía. Michael merecía lo mejor y Luke no lo era. No culpa a Michael de hartarse de esperar por él.

Antes de darse cuenta, estaba estacionandose en frente de la casa del teñido. ¿Qué haría ahora? ¿Tocar? ¿Escalar la ventana y hacer una mierda Romeo y Julieta? Suspiró una vez más y salió del carro, frotando sus cansados ojos, todas las luces en la casa parecían apagadas, lo que significa que el chico estaba, probablemente, durmiendo.

Vio que el porche del frente tenía unas piedrecillas marcando el camino a la puerta y cogió unas cuantas, caminando alrededor de la casa, buscando la ventana de la habitación del chico.

Cuando la encontró, empezo a lanzar las pequeñas piedras al vidrio, cuidadoso de no romperlo. Después de siete rocas, Luke pensó en rendirse, pero justo cuando la octava roca golpeó el vidrio, la habitación de Michael se iluminó. Michael estaba despierto. Iba a hablar con él.

En ese momento el rubio cayó en cuenta que no tenía ni idea de que le diría.

"¿Luke?"

Levantó la vista a la ventana donde un cansado Michael residía, frotando sus ojos. Su cabello era un desastre, un gran desastre, justo como Luke lo recordaba cada mañana al despertar.

Michael era verdaderamente hermoso y Luke hubiera estado completamente contento con quedarse ahí toda la noche solo admirando al chico, pero no podía.

"Hola." Dijo, frotando su nuca.

"¿Qué haces aquí? Son casi las 3 de la mañana."

Luke trago duro.

"Yo-yo tengo algo que decirte."

"¿Qué tendrías que decirme que necesitabas decírmelo a estas horas?"

"Por favor, ¿puedo?... ¿puedo pasar? Si tu novio no está." Dijo Luke, mordiendo su labio inferior.

Sin decir nada, Michael suspiro y bajo a abrirle la puerta a Luke. Incomodamente, el rubio entró, con sus manos hundidas en sus bolsillos.

"Él no es mi novio." Dijo Michael mientras Luke se paraba en el medio de la sala de estar.

"¿Qué?"

"Solo he salido a un par de citas con él. No es mi novio."

Luke asintió mientras Michael entraba a la cocina, tomando un vaso con agua. Una parte de él se alivió.

"¿Me dirás por qué estás aquí o no, Romeo?"

El rubio sonrío por la broma y se sentó en la silla en frente del teñido.

"Okay, primero que nada, Joanne no existe."

"¿Debería pretender que me impresiona?" Río Michael, antes de tomar un sorbo de agua. "¿Has venido hasta aquí solo para contarme que tu cita era falsa?"

"Lo siento."

"¿Por qué?"

"Por tratarte como una basura, por no decidirme, por hacer esperar. Michael, de verdad, en verdad me gustas y sé que si me das otra oportunidad, aunque no la merezco, no te arrepentirás, lo prometo."

Michael se mantuvo en silencio por un momento, procesando la confesión de Luke.

Luego miro al rubio y le dio una pequeña sonrisa.

"Guao, lo tienes mal, ¿no?"

Luke rió, cerrando sus ojos y descansando su cabeza en la palma de su mano. "Aquí me tienes."

Michael se acercó más, sus rostros cara a cara, separados por centímetros.

"Tienes suerte que creo en las segundas oportunidades, Luke Hemmings."

Fue ahí cuando sintió los labios de Michael tocar los suyos. El beso fue amable, suave, y Luke amó cada segundo. Se aseguró que Michael sintiera lo mucho que significaba para él, mientras profundizaba el beso, colocando sus brazos alrededor del cuello del teñido. Mantuvieron el contacto hasta que se quedaron sin aire, Luke fue quien tomó la iniciativa y se separó, manteniendo el contacto visual.

"Dios, no te imaginas cuanto tiempo he querido hacer eso." Dijo Luke, admirando las facciones del otro. Lo extraño tanto.

"Créeme, lo sé."

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for the sake of fame ; mukeWhere stories live. Discover now