𝙀𝙧𝙚𝙨 𝙢𝙞 𝙝𝙚𝙧𝙢𝙤𝙨𝙖 𝙛𝙡𝙤𝙧 𝙙𝙚 𝙘𝙚𝙧𝙚𝙯𝙤

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» Abre los ojos y mira «

Cuando Naruto había llegado de aquella larga jornada de trabajo no deseaba más que estar a lado de Sakura, era su mayor anhelo. Cuando la cerezo apareció por la puerta de la cocina con un poco de comida preparada para el una sonrisa dulce se apareció por sus labios dejando ver la blancura de sus dientes.

—Oh, Sakura esto es lindo de tu parte— Dijo —No pensé que fueras tan. .—

—Linda, Atenta, Torpe y algo romántica si esto es completamente nuevo para mi— Interrumpió su hablar y este negó riendo un poco

—Sabes eso me gusta mucho— Se levantó un poco del sofá para depositar un suave beso sobre sus labios.

El estómago de la cerezo parecía que Miles de mariposas volaban y chocaban. Sentimientos que nunca antes descubrió y que nunca pensó llegar a sentirlos con su mismo mejor amigo. Quien estuvo ahí desde que su vida parecía derrumbarse por un amor joven.

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Sakura

El ver cómo alguien que creía un completo idiota y un cabeza hueca puede hacerme feliz es algo que me impresionó más de lo esperado, sonrisas, tonterías, lágrimas y incluso momentos donde la pasión gana han llegado a nosotros pero nunca creí en ese viejo dicho de: “El amor de tu vida puede estar en tu misma clase”

Me siento feliz de que él pueda estar aquí a mi lado haciéndome reír y sonreír aunque por dentro la confusión me este carcomiendo. Cuando se separó por falta de aire esa mirada azul celeste me miro con ternura

—Sakura Te amo. . —

Siento mis poros arder y la sangre subir hasta ellos. Doy un suspiro y beso su mejilla si esto se prende acabaremos despertando a los niños y eso no es totalmente bueno.

—Y yo te amo a ti Naruto—

Las palabras que ahora mismo salen de mis labios son más verdaderas de las que antiguamente pude decirle a alguien.

—Te espero en el cuarto esto algo agotada mañana debo volver al trabajo— Miro como asiente y su sonrisa no se desvanece

—Claro que si cerezito—

Camino hacia la habitación que está a unos metros y cuando cruzó la puerta siento mi móvil vibrar en mi bolsa del pantalón. ¿Quien puede ser?

Sasuke

Aunque no lo creas te extraño mucho
Me encantaría ser el que te bese
Por favor déjame verte
Una última vez ante de que comiences algo con Naruto

¿No se te hace que haz llegado demasiado tarde? Vienes exactamente cuando soy feliz pareciera que solo quieres atención

Deja de decir idioteces
Sabes que te amo
Quiero recuperarte

Eso lo hubieras pensando antes
Buenas noches

Fin de la conversación

Es un idiota. ¿De esto se trata reencontrarte con tu ex amor? Puede que aún no lo supere del todo pero, ¿Porque hacer esto de volver cuando soy feliz?

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Mi despertador me hace despertar y el sol apenas llega alumbrar un poco, no tanto como el de el medio día, es muy bajo. Aún está amaneciendo y debo volver a mi rutina.

Me levanto con cuidado a Naruto le faltan horas para despertar. Me estiró y volteo a verlo esta ahí dormido con su boca abierta, se ve tierno.

Mi rubio dormilón

Después de unos minutos estoy duchada, desayunada y ahora estoy cerrando el departamento. Cuando volteo esta ahí Sasori haciendo lo mismo, olvidé que salimos casi igual

—¡Hey, Saku!—

—Sasori perdona es que estoy algo ocupada y el trabajo me olvidó— Rasco mi nuca riendo un poco y el hace igual

—Es normal así nos pasa a todos cuando estamos enamorados— Me hace esa cara pícara y río negando

—¿Que comes que adivinas?—

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Sasuke

La mañana está apenas por llegar y soy el único idiota que lleva despierto desde la madrugada. ¿Debo dejarla de una vez por todas? O ¿Debo luchar por recuperar su corazón contra a alguien que creía mi mejor amigo?

Me levanto Karin me jala pero me suelto, estoy aún enfadado. Está aferrada a la idea de que es mi progenitor pero no, nunca la toque. Abro la perilla del baño y entro me miro al espejo parezco acabado tengo ojeras y mi cabello está más largo de lo usual.

—¿Que te ha pasado Sasuke Uchiha?— Me pregunta mi subconsciente y abro el agua caliente, lo necesito. Cuando estoy adentro siento el agua recorrer todo mi cuerpo hasta mis intimidades y extremidades. Paso mis dos manos por mi rostro y suspiro

—Te voy a recuperar sea como sea. . Porque eres mi hermosa flor de cerezo— Susurró