Curiosidad

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Mikasa nunca notó lo atento que él era con ella; no dejaba pasar el más mínimo detalle y siempre la miraba con esos ojos radiantes de curiosidad. Sin embargo, por aquel entonces, ninguno imaginó que aquellos serían los indicios de lo que posteriormente se avecinaría.


Para los ojos de Armin, Mikasa era una chica preciosa e increíble: extremadamente noble y poseedora de una descomunal fuerza. No obstante, también había un lado de ella que sólo había sido atestiguado por las personas de su más cercana confianza; un lado que él tenía la oportunidad de experimentar con considerable frecuencia y que no hacía mas que aumentar su buena percepción sobre ella: su lado tímido e inseguro. 

De buenas a primeras, Mikasa podía parecer fría e indiferente, sin embargo, quien bien la conocía sabía perfectamente que esto no representaba una demostración de apatía respecto al resto; simplemente era el tipo de persona que prefería mantenerse calmada. Y ciertamente su paciencia era comparable a la de los mismos Dioses. 

Sacarla de sus casillas sólo era posible cuando sus seres queridos estaban involucrados: siendo Eren y Armin los más destacables. No era secreto para nadie lo amenazante que podía llegar a ser.

Pero aún con su gran infamia relacionada a su aura peligrosa, Mikasa no era un inquebrantable soldado ni mucho menos un monstruo imparable. Su lado más humano siempre residió donde solo sus seres queridos pudieran verlo; y Armin definitivamente era uno de esos afortunados.

Aquel muchacho siempre había sido su apoyo y guía en momentos de duda, ya que por sí sola muchas veces era abrumada por sus propios sentimientos y no ese veía en posibilidad de llegar a una solución razonable.

Por lo mismo, constantemente necesitaba de la asistencia y el consuelo de Armin, quien sabía tratar con ella con admirable precisión. Capacidad obtenida, por una parte, por su natural perspicacia; y por otra parte, por sus años de experiencia observando a Mikasa.

"Esa criatura tiene magia entre los dedos..."

El adolescente pese a su gran intelecto, era increíblemente inepto cuando de amor se trataba; debido a esto, ni él mismo había podido percatarse de que la cantidad de tiempo que pasaba mirando a Mikasa no era el nivel de atención que normalmente prestaría a un "amigo". 

Aunque realmente no se le podía culpar por su ingenuidad, puesto que ninguno de sus colegas cadetes había notado esta inusual conducta tampoco. Normalmente sus leves insinuaciones quedaban abismalmente opacadas por las no tan sutiles actitudes de la pareja por querer mantenerse cerca de Eren. Casi de manera enfermiza.

Este último había sido el único que había notado el vibrante interés que Armin sentía por su hermanastra. 

Eren reconocía muy bien el destello en sus ojos cuando Mikasa llegaba a su campo de visión, porque era misma mirada que tenía al hablar del océano.

La misma magia.

Mikasa no era la excepción tampoco, quizás actuaba así por mero instinto y era justamente por eso que ella no lo veía como un trato especial, pero era un hecho que siempre era comprensiva y flexible cuando Armin estaba implicado. 

Con otras personas tenía la mala costumbre de ser brutalmente sincera, rayando en la grosería; mas con Armin escogía cuidadosamente sus palabras. Procuraba ser directa, pero nunca descortés. Se podría decir, incluso, que 'le consentía demasiado'. Y si Armin hubiese sido algún otro tipo de joven descarrilado, seguro que ya habría sacado ventaja de la situación.

Por fortuna o por desgracia, Armin era Armin y Mikasa era Mikasa.

Aunque consecuentemente, el problema principal persistía.

🌟✩Los suaves murmullos de los recuerdos✩🌟 (♡Armin x Mikasa♡)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora