44 4 0
                                        

No se que rayos está pasando conmigo en estos momentos, pero por alguna razón no puedo dejar de escribir.

Ese remix de una de mis canciones favoritas me puso mucho a pensar y me dejo un capitulo bastante bueno de leer y que vale la pena.

¡¡Disfruten muchísimo!!

~ • ~

Estaba durmiendo plácidamente después de haber llegado hace tres horas al infierno. La fiesta a la que había asistido había terminado en algunos problemas y bastantes puños, lo que me costó algunas horas dentro de una celda, pero gracias a mi lindo conocido el policía Joe, me dejaron libre antes que a los demás y sin necesidad de fianza. Solo con la promesa de que mañana un regalo mejor conocido como una botella de vodka, terminaría en el escritorio de Joe antes de que pudiera pronunciar mi nombre.

Todo hubiera sido perfecto de no ser por alguien que marcaba a mi teléfono con desesperación. Las primeras cuatro llamadas intenté ignorarlas usando toda mi fuerza de voluntad en mantenerme acostado como piedra en mi cama, pero la quinta vez que mi estúpido y bastante irritante tono sonó, detonó la bomba en mi cabeza y tuve que contestar. Tan solo descolgué el teléfono sin decir una sola palabra. Si era quien yo pensaba, reconocería mi situación y no necesitaba contestar para que comenzara con su parloteo.

-Sé que no te gusta contestar el teléfono cuando tu mejor amigo te llama y también se que la gente bruta como yo te da flojera por tu gran intelecto y sabiduría hacia los estudios, pero tenemos que ir a la escuela holgazán y si no estas listo en exactamente veinte minutos te voy a arrastrar desde tu cama al coche ¿Entendiste?- definitivamente es la persona que pensaba y lo conocía lo suficiente para saber que cumpliría lo que dijo. Así que sin mas que decir me levante de la cama y comencé a buscar algo que ponerme― Es bueno saber que si me haces caso Joonie.

―Hola Jin ¿Cómo estás amigo? Ni creas que hace tres horas llegué a mi casa después de haber pasado un buen rato en una celda. Y tampoco vayas a creer que no he dormido nada- con solo escuchar el bufido que Jin pronunció sobre la bocina supe que mi amigo ya tenía preparadas las palabras correctas para su regaño, provocando una muy leve risa. Si me reía puede que lo haga enojar, entonces es mejor así― Y mucho menos creas que tengo el labio apenas hinchado por el gran golpe que me metieron y los nudillos obscenamente dañados por los golpes que le regresé al idiota que se atrevió a pegarme.

―De esta no te salvas Kim NamJoon. Si no te dejaron la cara deforme yo me voy a encargar de hacerlo- me conformé un poco cuando Jin rió por sus propias palabras amenazantes― ¡Tienes diez minutos NamJoon!

Y colgó.

Desde que comencé a estudiar mi carrera en leyes comencé también a asistir a más fiestas de las que ya iba. Algunas terminaban en bastantes problemas y otras simplemente terminaban, que realmente eran las mejores. Odio como nadie en el mundo al alcohol y a las drogas. Por lo que jamás en mi vida me había dado alguna "cruda" o había siquiera probado ni una sola gota de alcohol. Mi padre se enfocó plenamente en que yo sintiera un gran desprecio por todo tipo de adicciones, excepto el cigarro. El cigarro junto con Jin siempre fueron mis grandes acompañantes.

Desde que mi madre se fue de la casa comencé a trabajar en un taller de autos que se encontraba a tan solo unas calles de mi casa, era el pretexto perfecto para pasar menos tiempo en mi casa con el señor que se dice llamar mi padre. La paga no era la mejor, pero alcanzaba lo suficientemente bien para mantener mis propias cosas. En cuanto a la escuela, gracias a mis buenas notas y perfecto historial académico, pude terminar la preparatoria sin problema alguno consiguiendo una beca del 100% para el fin de mis estudios medio superior y superior. Básicamente tenía la vida arreglada en cuanto a estudios y economía.

Problemas |Namjin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora