Inspire me [KaiSoo]

4.

KyungSoo estaba en la cocina, haciendo la cena, de vez en vez salía de ella y se asomaba a la sala, para verificar que todo estuviera bien. Había pedido vacaciones y su jefe aceptó siempre y cuando continuara con el proyecto, al cual le habían alargado la fecha de entrega.

JongIn llevaba cinco días yendo a darle clases de dibujo a Yoo y después de terminarlas, se iba. No lo miraba, no le dirigía la palabra, más que lo necesario y KyungSoo se sentía cada vez más mal por su comportamiento.

Sabía que no había hecho bien al juzgar a JongIn por su apariencia, pero no pudo evitarlo, sus padres lo habían educado estrictamente. Un tatuaje o perforación, ni siquiera estaba permitido que los mirara. Su madre exageraba, tal vez, pero jamás se le ocurrió hacerse uno o siquiera tener amigos así.

Pero en esos cinco días, se dio cuenta de algo, JongIn trataba a su hijo con mucho cariño y paciencia. JongIn era una persona educada y con un buen comportamiento. Empezaba a entender eso de "nunca juzgues a un libro por su portada", definitivamente aplicaba con JongIn.

Observó una vez más como el moreno hacía reír a su hijo y volvió a la cocina a seguir con la cena.

La hora en la que terminaban las clases de dibujo llegó y KyungSoo salió de la cocina para mirar como JongIn comenzaba a recoger sus cosas y hacía que Yoo recogiera sus juguetes, algo que jamás hacía Yoo.

— JongIn... —lo llamó suavemente y el moreno alzó la mirada para verlo.

— ¿Si, señor Do? —preguntó.

KyungSoo sonrió levemente e inmediatamente la quitó al darse cuenta del porque lo había hecho.

— Bueno... yo... preparé la cena y... Yoo me dijo que te dijera que si te quedabas a cenar —dijo nerviosamente y Yoo volteó a mirar a su papi como su una cabeza extra le estuviera naciendo del cuello.

— Papi, yo no te dije...

— ¡Sí! ¡Sí lo hiciste! —gritó chillonamente KyungSoo, interrumpiendo a su hijo.

JongIn reprimió una sonrisa y asintió con la cabeza.

— Sería un placer cenar con Yoo —contestó sin quitar la mirada de KyungSoo.

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Yoo se quedó dormido en la mesa mientras cenaba y eso prácticamente los hizo tener que iniciar una conversación, ya que Yoo era el que único que había estado parloteando mientras comía, contando sobre su maestra, sus amigos y como JunMyeon había prometido llevarlo al colegio en su limusina.

En cuanto Yoo cayó dormido, JongIn se ofreció a cargarlo y llevarlo a su habitación. KyungSoo se lo agradeció y lo guio a la parte de arriba de la casa. JongIn lo dejó en su cama y le sacó los zapatos y después salió de la habitación para dejar que KyungSoo le cambiara su ropa.

El moreno había regresado al comedor a esperar a KyungSoo para continuar cenando. JongIn no estaba ciego y había visto desde la primera vez que lo echó de su casa, lo guapo que era el pelinegro. Le daba nervios estar cerca de él y por eso lo trataba lo más cortante y educadamente posible. Sus ojos le habían parecido bellos y sus labios lo estaban matando desde la primera vez que los vio.