Durante la adolescencia y juventud de un adulto, en lo absoluto es al igual que la de un joven que conduce temperamentos y raíz adolescente, eso es un hecho. Ahora, por su cronología la que llama a un joven entre sus letras y semántica, un «adulto», que afronta la noción de longevidad de haber sentido y vivido mucho. Pasos que alguna otra intermediada vez, llegue a decirse por ellos mismos, «en lo absoluto hay una longevidad después de haber vivido suficiente, suficiente acordando a mis apetencias de ello». Inclusive vivencias en tanto las sólidas ajenas para reflejar estro propio, en su total moralidad. Aunque se conserva en el principio al comportamiento aprendido, los solidifican absolutamente, sin la necesidad de la vivencia ajena.
De siempre ha carecido un perfil espiritual fijo para la vista y sobrepostura de un adulto, me han marrado las palabras sobre mi memoria, donde podrán reposar tranquilas de poderse, nunca hace la gran falta de cavidez en los vacíos del largo plazo, por encomiar el montón de los regocijos, ya hace facilitar el largo plazo de la memoria en que cada adolescente y preadolescente debería partir haciendo.