Lo vi...

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La tarde fue incomoda, quise irme de la casa, pero que pasaría con la señora Luna, no podía hacerle esto...

-Estrella, quiero hablar contigo - dice la señora Estrella acercándose a mi, pensé en ignorarla, pero eso sería muy cruel -siéntate-dice llevándome a un  banco para sentarnos -ellas son el motivo de tus ganas de vivir...vosotras sois mi motivo de vivir-me dice apuntó de llorar, pero me adelante a ella -¿por que lloras?- me pregunta con una lágrima en la mejilla

-yo perdí a mi madre y a mi padre, ambas perdimos todo-le dije mientras ella me abrazaba, ambas llorando, me parece que ella nunca lo vio de esa manera, le abrí los ojos en ese aspecto

-¿por que lloráis?-dice Emily mientras entra viendo el panorama

-hey cielo -dije cogiéndola al percatarme de su presencia -no pasa nada, sólo hablábamos -digo intentando de que no se note nuestras lágrimas

-quiero magdalenas para merendar -dice Emily cambiando de tema, lo cual agradecí mucho

-¿quieres que vaya a cómpratelas?- pregunto sabiendo por dónde iba este bichito

-¡si! -dijo gritando y corriendo hasta el jardín, donde supongo que la esperara Estela

-te acompaño -dice la señora Luna levantándose de la silla al mismo tiempo que yo

-no te preocupes voy yo -digo intentando convencerla

-no, no yo voy -dice sin entrar en razón

-venga vale -dije dándome por vencida, si hablamos de cabezoneria gana ella

Cuando llegamos al mercado la señora Luna se paró a ver todos los puestos

-que bonita diadema -dijo señalándolo en el puesto de la entrada -que tela más ideal -soltó en la tienda de al lado -los quiero todos -dice al ver complementos de una tienda a la que suele comprar mucho, perdón me equivoco siempre compra algo cuando venimos, normalmente media tienda

-señora Luna que tal si usted mira las tiendas y yo voy a comprar las magdalenas para las niñas -dije intentando convencerla, sino nos llevaríamos aquí media vida

- vale, por mi encantada -dice corriendo a su puesto favorito de todo el mercado

-ahora nos vemos, quedamos en la fuente de la plaza -dije mientras se prepara para comprar un sombrero que en mi opinión no le hace falta

-si, si, allí nos vemos -dice sacando el monedero y entregándoselo al encargado del puestecito 

Ante hasta la panadería, donde estaban las mejores magdalenas del mundo, teniendo en cuenta que las únicas que he probado an sido estas y las el orfanato no tengo mucho refectorio, el caso es que están muy buenas. Salí con magdalenas, pan, cruasanes y todo tipo de dulces, no soy muy buena en decir no, así que cuando el panadero me ofrece algo no se lo puedo negar, y aunque lo haga al principio lo acabé comprando, cuando salí un muchacho más o menos de mi edad tirando para arriba y rubio me bajo la tensión, y caí al suelo, mi amigo el panadero me llevo dentro de la panadería, aunque es un hombre mayor de unos cincuenta y pico años, buscó a la señora Luna para avisarla de lo que me acababa de pasar, yo estaba en shock

-¿que ha pasado Estella? -dice la señora Luna al entrar en la tienda

-es... es... el... el chico... de mi sueño... estaba hay... fuera -digo tartamudeando, sentía que me iba a desplomar en cualquier momento

-¿"Gonzalo "? -pregunta un poco extrañada, era un sueño -llama al medico -dice la señora Luna a mi amigo el panadero, el asiente, a los diez minutos el médico estaba aquí

-la tensión se le ha bajado drásticamente, por lo demás está bien -dice dirigiéndose a la señora Luna, está se levanta de la silla donde estaba sentada y sale fuera, supongo que buscaba a alguien con la descripción poco detallada que le había dado sobre " Gon..." supongo que no encontró nada y entró

-quiero irme a casa, Emily y Estela me esperan, tengo que llevarles las magdalenas -digo con una lagrima en mi mejilla

-venga vamos -dice la señora Luna - ¿que podemos hacer para que no vuelva a suceder esto ? -le pregunta a el médico

-nada, ha sido un bajón de presión -dice mientras se dispone a salir de la panadería

-vámonos -le pido casi suplicando a la señora Luna

-si vámonos -dice ayudándome a levantarme y andar

Llegamos a casa de la señora Luna, quise ver a mis niñas pero ella me dijo que me sentara, eso hice

-cuenta me lo todo -dice sentándose con cara de pocos amigos, estaba sería, más que una estaca

-ya se lo dije, salí de la panadería mire a un lado y a otro, cuando lo vi no me dio tiempo al reaccionar... supe que era él en cuanto lo vi -digo recordando lo que pasó

-¡Estella, Estrella! -dicen gritando Emily y Estela al unísono mientras se acercan a mi

-¿que tal?-preguntó haciéndome la tonta, no quería que se enteraran de lo que me había pasado en el mercado

-1. ¿Estas bien? -dice Estela -2. ¿Has traído las magdalenas? -dice Emily siguiéndole el juego a Estela

-1. Si Estela gracias por preguntar y 2. Claro, están en la cocina-digo, creo que no me oyeron terminar ya que enseguida corrieron a la cocina

Din don. Llama alguien a la puerta cuando abro está ahí Diego ...

La hija de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora