La hija de la luna

No me lo creo

Abrí la puerta... ahí estaba, ¿que digo?

-ho...hola -respondo por romper el hielo, no lo conseguí, pero hice que fuese incómodo

-¿que tal? -dice después de que le saludara tan tontamente

-bien -respondí, no sabia que decir, hacía tres semanas que no lo veía

-¿recibiste mi regalo? -pregunta, supongo que se refiere a las niñas, que por cierto me salvaron la vida al venir corriendo junto a la señora Luna

-¡Diego! -dicen a unísono cuando ven al chico desde la puerta

-hola, que tal gemelas -dice dirigiéndose a las niñas, al aparecer el apodo viene a que se parecen mucho

-buenos días -dice la señora Luna percatándose de la presencia De Diego

-buenos días señora - dice Diego cuando la mira, después me mira a mí

-bueno debo irme, quedaros hablando vuelvo dentro de un rato -digo mientras entro pero cuando llegue al marco de la puerta me cogió del brazo para que no me fuera

-vengo ha hablar contigo-dice mientras me mira directamente a los ojos, cosa que en este momento me intimida

-¿tie... tiene... que ser hoy... ?-preguntó mientras bajo la cabeza

-si, si no quieres me voy ahora mismo -dice soltándome el brazo que hasta entonces no me había soltado, se giró y se disponía a salir del la casa

-mejor nos vamos -dice la señora Luna mientras se va con las niñas, en un momento se giró para verme y yo aproveché para fulminarla con la mirada

-espera... no te vayas -digo refiriéndome a Diego para que no se marche, no quiero dejar las cosas así

-yo... creo que no fue buena idea venir -dice marchándose

-¿por que no quisiste verme?- preguntó directamente mientras una lagrima cae por mi rostro

-me daba miedo volver a verte -dice mirando al suelo sin girarse hacia mi

-¿por qué ? A mí no me importa tener que verte cada 2 semanas, se que tienes que estudiar, pero ¿por qué ? -empecé a llorar, acabe mirando al suelo

-debo irme -dice, pero me doy cuenta de que hay una lagrima en su rostro

-¡que te pasa! -digo gritando de la rabia que me da que no tenga el suficiente coraje como para mirarme

-adiós -dijo corriendo hasta que desapareció en el horizonte, cuando vi que se iba me derrumbé y caí al suelo, me quedé llorando en el suelo de impotencia, rabia y un sentimiento que no se identificar, hasta que llegó la señora Luna y me vio tirada en el suelo

-¡Estrella!-dice arrodillándose a mi lado -¿que ha pasado? -dice cogiendo su pañuelo de seda para limpiarme las lágrimas

-quiero... quiero irme... -digo mientras me levando y corro hacia el mercado, estoy segura que no habrá nadie en la fuente del callejón, pero me perdí y acabe el jardín de una casa abandonada, gracias a dios había una fuente y corrí hacia ella, teniendo en cuenta de que era una casa abandonada nadie estaría, la fuente era bastante grande y había un Pogaso en lo alto de una "montaña" la fuente estaba cubierta de moho

Me quedé llorando en silencio hasta que vi el panorama, la película que estaba haciendo, la montaña de un grano de arena, me di cuenta que estaba sufriendo por algo que no sabía, no sé si me gusta de verdad, si, se que es un buen chico, y que es uno de mis mejores amigos por no decir el único chico que conozco, ¿por qué no quiso verme?¿por qué vino y se fue? Levante la mirada de la Fuente y vi una casa abandonada no sabía cómo había llegado allí, solo corrí y corrí y me perdí, otra vez, estaba asustada, todo me pasaba a mi, se parece a la ley de Murphy "Si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal" parece que ese dicho fuese hecho para mi, a lo lejos volví a ver la casa abandonada, pensé que si volvía allí me encontraría la fuente mi punto de partida, pero cuando llegue allí me asuste, la casa era terrorífica

Teniendo en cuenta lo miedica que soy "que intento que no se note" y que estoy sola en medio de un bosque en medio de la nada, decido entrar, el corazón me va a mil por hora

-hola ¿hay alguien?-preguntó, obviamente sin respuesta, nada más entrar había escaleras, derruidas por el paso de los años y una puerta rota que da a una mini terraza

Tengo miedo más no quiere irme, la casa me atrae hasta ella y a la vez me muero de miedo, de repente siento una punzada extraña en el corazón, decido subir las escaleras teniendo cuidado por donde piso, parece que estoy apunto de caerme, con cada paso que doy la madera con la cual está construida la escalera chirría y eso me hiela la sangre haciéndome pasar más miedo del que tenía al entrar, me da por entrar en una habitación, estaba llena de mojo, el suelo, el techo y las paredes de madera parecen estar apunto de caerse, los muebles estaban rotos y las cosas que tenían tengas como los sillones estaban rasgadas rasgada

Me pareció increíble después de todo lo que he visto en esta casa que todo estuviera tan mal conservado, solo parece que sea de medio siglo menos en el que estamos, oí un ruido

-¿hay alguien? -dije con voz temblorosa, tenía miento quise correr, pero no que que al correr la madera aguantara mi peso así que espere alguna respuesta, obviamente nadie contestó, considere lo más apropiado salir por patas de esta casa, eso hice salí buscando la fuente en la que posteriormente estuve llorando, la encontré y me arrodillé en ella abollando ma cabeza y brazos al borde de esta, alce la cabeza y vi a un chico rubio, me miraba fijamente era el tal "Gon-" como me ocurrió la última vez que lo vi, me bajo la tensión y me desmayé