[prólogo]

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Le odiaba.

Él fue la razón por la que perdí todo.

Él intentó crear la muñeca perfecta, esculpiéndome como si fuera el escultor y yo la delicada porcelana en sus manos expertas que sólo él podía tocar.

No podía hacer nada. Me enseñó qué pensar, cómo ser, qué sentir- o no sentir; completamente erradicando mi ser.

Cruzando miradas con él petrificaba mi cuerpo por horas, pero en realidad sólo era un mísero mili segundo.

Si un mili segundo podía alterar mi mente, paralizando mi cuerpo con miedo, imagínate qué me hizo el tiempo durante mi estancia con él.

Su dominancia me cautivó, pero no hice nada para escapar de sus barreras.

Me dejó sin nada, pero tenía su tesoro más preciado, su obra maestra; donde dedicó su tiempo y esfuerzo, su perfecta pieza de arte.

Él creía que tenía todo bajo control, pero no sabía que yo tenía el arma perfecta para destruirle.

—Escucha. ¿Los oyes? Vienen a por tí. Me necesitas.

 Me necesitas

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REQUIEM [C. GRIMES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora